Presente

Recuerdo la primera vez que te recorrí hace ya un año. La sensación, el suave tacto, el silencio, el calor y el amanecer.
Recuerdo el no querer parar aunque no fuera el momento y el ver como poco a poco la luz iba mostrándote.

Me acuerdo de todas y cada unas de las cosas que me has contado referentes a cierto tema. Aquella vez que lloraste junto a mí y junté finalmente los hilos. Las cosas que me dijiste sobre tu pasado y que me han hecho odiar más aún a quien ya sabes. Las intentonas, como poco a poco te me abrías, el besarte y besarte y tu relax.

Recuerdo que el otro día me dijiste que hay muchas primeras veces y es verdad. Pienso que la primera vez de algo no tiene porque ser la que todos dicen, lo que todo el mundo piensa, sino aquella en la que te sientas bien, contento, feliz.
Se que te parece raro sentir así, se que te es extraño todas esas buenas sensaciones, pero me encanta.
 Me encanta que sientas tanto, que te parezca raro, que me pidas llevarte al paraíso una y otra vez, que me sonrías, busques mis abrazos y que te parezca tan fácil como un juego de niños. Me encanta hacértelo todo más sencillo y que te parezca como empezar de nuevo.
Que quieras empezar de cero ahora que sabes que puedo hacerte sentir que todo eso es maravilloso.
Porque sabes que pienso que el pasado sólo es pasado y que no va a volver y que se pueden construir nuevos y mejores recuerdos donde antes no los había.

Llamas

El muchacho se encontraba volando, montado sobre aquel enorme pájaro de fuego. Detrás de él, su amiga, que se mostraba temerosa y sorprendida, le agarraba fuertemente de la cintura para no caerse.

De repente, aquella majestuosa ave de fuego descendió a las ruinas y el muchacho pudo ver el terrible hallazgo que allí se ubicaba. Su mejor amiga, aquella chica del pelo azul, se encontraba malherida sobre el suelo de las ruinas sin apenas poder mantenerse en pie. Tenía heridas abiertas por distintas partes de su cuerpo y estaba pálida, muy pálida como si su vida estuviera a punto de finalizar.

El muchacho bajó del pájaro y se acercó a ella, la cual desfalleció en sus brazos tras nombrar a su amigo.
Éste, propinó un fuerte berrido de impotencia que resonó en todo el reino y aquella ave reaccionó a su alarido.
El animal, comenzó a emitir unas terribles llamas por la boca que incendiaron todo el lugar: los antiguos mosaicos, las viejas pinturas y a los 2 jóvenes que acababan de llegar allí. La chica de cabello oscuro que le había acompañado murió calcinada. El no, ya que era el único en todo el reino que podía soportar el fuego.

El chico se derrumbó mientras las violentas llamas arrasaban con todo y...

5 de julio

Aquella tarde el lobo y la princesa se volvieron a ver, pero ambos sabían que esta vez había algo especial en su encuentro.
El lobo estaba mas dispuesto que nunca a lanzarse a morder a la princesa y que su bocado les uniera.
Pasaron la tarde riendo, jugando con las hojas, disfrutando el uno del otro, hasta que, sin saber como, el lobo estaba encima de la princesa sobre aquel precioso prado, junto a aquella fuente intermitente y haciendo que su respiración rozara el cuello de la princesa erizando cada centímetro de su piel. Poco a poco su respiración comenzó a recorrer su esbelto cuello, hasta que dejó paso a sus labios y sus dientes.

Lentamente sus labios se posaron sobre ella y luego sus dientes se abrieron hasta que se hincaron en aquel delicioso cuello conviertiendolo en el más maravilloso manjar. Poco a poco, disfrutando del momento, dejando que sus mentes volaran por primera vez.
Ambos se miraron y  se fundieron en un cálido beso y entonces el lobo y la princesa comenzaron su historia.
Y comenzaron a flotar y a volar por el cielo.

Y desde entonces llevo el año más maravilloso de mi vida.
Porque eres lo más bonito que hay en ella.
Me encanta besarte y sentir que flotamos.
Que se detenga el tiempo cuando nos abrazamos.
Que nos sonriamos y que tu sonrisa me estremezca.
Que nos encerremos en nuestra burbuja y que no exista nada más.
Que ardas cuando mi cuerpo te roza.
Que ilumines cada una de mis mañanas y me hagas levantarme con una sonrisa.

Porque eres mi vida.
Porque eres mi mundo, un mundo precioso lleno de colores en el que me encanta vivir.
Porque te amo, te amo con locura y me encanta hacerlo.

Me encanta despertarme y sentir que me abrazas.
Me encanta rodearte con mis alas y que alcemos el vuelo cada mañana.
Porque eres mi sueño.

Y te quiero. Mucho.
Un año. El más precioso de toda mi vida.

Tarde de lluvia

Y de repente, la lluvia comenzó a caer, una de esas tormentas veraniegas que te calan entero aunque parezca que no llueva.

Nos refugiamos, sonríes, bromeamos y estamos totalmente empapados.

Cuando para, decidimos ir a dar un paseo y a tumbarnos un rato. Y sin saber cómo, comenzamos a escuchar música. Esa canción que unas horas antes te había encantado y querías saber como era su versión entera.

Y de repente te dejo ponerte encima mio y comienzo a acariciarte el pelo.

Y mi corazón se acelera.

Y de repente no puedo refrenar las ganas de "abrazarte", de abrazarte fuertemente y no soltarte.

Y tu corazón también se acelera.

Por desgracia el tiempo avanzó deprisa y nos hizo separarnos una vez más. La última antes de unir nuestros corazones.