Otoño

La lluvia y el frío comienzan a llegar poco a poco transportando mi mente a un mundo que ya conoce. Un mundo formado por olor a lluvia, sonido de hojas secas y sensación de refrescante nostalgia.

Haciéndole viajar a los paseos bajo una llovizna.
A carreras acompañado bajo la lluvia.
A tardes encerrado en casa mirando las paredes pensando y pensando sin saber que hacer.

Haciéndole escuchar esas viejas canciones cuyas músicas aún conservo.
Recordandole el olor de la ropa mojada.
El sonido de las gotas golpeando contra el alfeizar mientras dentro navegaba por Internet y el olor a pizza le embriaga.

Haciéndole  viajar al encuentro de nuevas caras.
A los viajes en tren apoyado en la ventana.
A aquellos días en los que la inspiración venía a sus sueños en nombre de princesa de reino lejano.
A los abrazos dentro de tu cama.

A momentos, experiencias y situaciones propias de esta estación. La estación de la nostalgia.

Blanco y negro

Hay días horribles en los que te levantas de mal humor, discutes con tu familia, tus amigos y crees que es mejor no haberte levantado porque sabes que cualquier cosa que hagas no va a hacer otra cosa que empeorar la situación.
Días en los que piensas que tu vida es una mierda, que odias todo y que crees que nadie se daría cuenta si morirías.
Sin embargo, hay días que ves todo de color de rosa, que crees que todo es maravilloso, que tienes alguien a tu lado que te ama con locura, una familia fabulosa y los mejores amigos del mundo.

Hay días en los que unas palabras de alguien a quien amas te hacen aflorar tus temores de que volverás a estar sólo y de que nadie te va a querer, sin embargo hay días en los que con solo una palabra te hace sentir la persona más feliz de la Tierra.
Hay días que te sientes sólo, hundido y con ganas de dormir para siempre y otros que te sientes pletórico y lleno de energía.
Porque al parecer es así como debe ser.
Porque como dice la canción ni blanco ni negro es...

Sensaciones

Pronto llega el invierno y con él también el recogimiento, las prisas, los nervios, los días ajetreados y el frío.

Pero también el despertarte cada mañana con un enorme beso, el abrazarte y achucharte hasta que dejes de tener frío, el recordar momentos cálidos de un año inolvidable.

El pasear por las calles nevadas, el besarnos bajo la lluvia otoñal, el refugiarnos junto a un radiador y el tomar chocolate caliente.

El mimarnos bajo las plumas mientras nos aislamos del mundo y paramos el tiempo por un instante...

Miles de cosas buenas que ocurren cuando estoy a tu lado y que quiero seguir viviendo.

Porque me encanta pasear sin rumbo fijo mientras me cuentas historias.

Que me mimes y me beses sin final.
Que pasemos noches en el paraíso cada vez que me acerco a tu castillo.

Que rías sin poder parar ya sea por ir en busca de algo o porque sientas que te caes al vacío.

Porque me encantan estas sensaciones. Sentir que quiero seguir amándote, haciéndote reír, volar y vivir.
Porque quiero seguir viviendolas a tu lado durante mucho tiempo.

Porque te amo como nunca creí que podría amar a alguien.