miércoles, 29 de septiembre de 2010

Historia

Mucha gente de mí alrededor piensa que llevo una vida maravillosa. Y en teoría eso debería ser cierto: tengo unos amigos fabulosos, una novia perfecta y una familia que bueno, me permite vivir.


Pero en teoría hasta el comunismo funciona, solo en teoría.

Y dice un refrán que no es oro todo lo que reluce.

Debajo del brillante oro, se encuentra el latón y el latón, está sucio, mugriento y huele mal. Al igual que muchos aspectos que me rodean.

Tanto es así que durante años mi única salida de este cruel mundo fue escribir un estúpido cuento de hadas sobre princesas, caballeros y magia. Que, aunque todo el mundo a quien se lo he enseñado lo odie y lo desprecie, aunque nadie la haga caso ya que es algo que he hecho yo, y aunque yo mismo piense que su calidad no sea muy buena, para mí es una de las cosas más importantes que tengo en mi vida.
Y quizá sin esa historia me habría vuelto loco hace años, no habría podido aguantarlo.

No habría podido vivir sin que nadie me abrazara durante casi tres años, no habría podido resistir sin nadie que escuchara mis más oscuros problemas. Simplemente no habría podido.

Porque ello suponía una válvula de escape de mis tinieblas cotidianas, porque gracias a ello pude vivir un tiempo solo sin saber respirar.

Porque la ambición de aquel joven solitario de salvar el mundo y regresar con su princesa era también mi ambición, porque sus compañeros eran mis compañeros y porque durante aquellos periodos de tiempo sentado frente al ordenador, yo no era un chico solitario en un desierto con muy pocas flores, yo era alguien que se podía permitir volar y viajar a otros mundos mejores que el mío.

Porque todo el mundo hemos tenido algún momento de debilidad.
Tan solo hay que continuar sin mirar atrás. Pues tras las nubes siempre se encuentra el sol.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Sueño

No entiendo cómo eres capaz de hacer que cualquier momento y cualquier lugar sea especial. El verte disfrutar, el verte ser una parte de lo más importante para mí o simplemente el verte dormir pacíficamente.

Y sin embargo, tenía miedo y estuve a punto de que echarme para atrás y que vivieramos otro dia solo en nuestra compañia. Menos mal que a veces tomo decisiones acertadas.
Y aunque me sentía raro estaba genial, te encontrabas nerviosa, y por ello agarrabas con fiereza mi mano pero en un abrir y cerrar de ojos ya eras parte de todo.
Sí, sin duda ellos tiene esa habilidad.
Nunca antes me había sentido tan bien uniendo dos de las partes más importantes de mi vida.

Y después mientras los muebles chirriaban, cerramos nuestro nube para otro momento de intimidad. Entre risas, sensaciones y somnolientas palabras de cariño te dormiste, e incluso eso me gusto.
Te abrazaste a mí mientras intentabas dormir con una sincera sonrisa de felicidad en la boca, no querías que me apartara de tu lado, te querias acercar lo máximo posible a mí como deseando que no me marchara nunca,  no querias que me moviera, no querías que nadie pusiera fin a ese momento.
Y en ese instante,  me sentí la persona más feliz de la tierra.

Gracias por ser como eres, por no tener prejuicios y saber que cada persona es única por muy diferente que sea. Gracias por hacer de cada momento algo único.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Hoy me pregunto

Hoy es otro de esos estúpidos días, hoy me vuelvo a sentir sólo y triste porque así hacen que me sienta...

Hoy me pregunto de que sirve esforzarse por todo. Hoy me pregunto porqué hacer cosas por lo demás si ellos no hacen nada por mí. Hoy me pregunto si debo abandonarlo todo. Me pregunto de que sirve intentar alegrar a la gente, de que sirve hacer cosas desinteresadamente.
Hoy me vuelvo a preguntar porqué por mucho que pase el tiempo sigo siendo el segundo plato. Porque nadie me da una palabra de cariño, porqué todo el mundo pasa de mí si los otros están.
Hoy me vuelvo a preguntar si solo me quiere cuando estamos a solas o tambien cuando otros pululan a su alrededor.

Hoy me vuelvo a preguntar porqué nunca dejo huella a nadie. Hoy me vuelvo a preguntar si de verdad alguien lloraria mi muerte.
Hoy me vuelvo a preguntar porqué no he aprendido a vivir solo, al fin y al cabo, siempre me he sentido así.

Hoy me vuelvo a preguntar porqué me intereso por todo el mundo, porque se encuentren bien y felices si nadie se interesa por mí.
Hoy me vuelvo a preguntar si quizás sea que todo lo que hago esté mal,si quizá mi actitud generosa no sea la correcta, si quizás debiera ser mas egoista y pasar de todo. Solo pensar en mí.
Hoy me vuelvo a preguntar si algo de lo que hago tiene sentido.
Hoy me vuelvo a preguntar porqué  me pregunto estas cosas. Y porqué me duele hacerlo.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Personas

Hoy me he puesto a pensar sobre lo bajo que puede llegar a caer el ser humano.
No logro entender como la gente puede llegar a maltratar, torturar, vejar y destrozar su propio cuerpo sin ningún tipo de control.

¿Es qué acaso no tienen un poco de amor propio para saber lo peligroso y humillante de sus actos?

¿Acaso no tienen ningún tipo de pudor ni de escrúpulos?

¿Acaso alguien puede disfrutar de la humillación y la tortura?

Odio a las personas que no se quieren a sí mismas, no me refiero a pensar que tienen un defecto y crear un trauma a partir de él, sino a las personas que no tienen amor propio y se dejan tratar como si fueran un simple trozo de carne del que un puñado de energúmenos se pueden aprovechar.

Cada día oigo y veo conversaciones con las que me entran ganas de vomitar sobre la putrefacta cloaca en la que se está convirtiendo la sociedad actual en la que nadie aprecia ni siquiera el valor de la amistad.

Personas que cada noche mantienen más de una relación esporádica sin ningún tipo de control, personas que destrozan su propio cuerpo bebiendo hasta perder el sentido. Personas que utilizan a los demás simplemente para saciar sus instintos más primarios, personas que tratan al resto como un simple deshecho, un objeto de usar y tirar…

Todo eso me repugna.

Por eso me gustan las personas que saben apreciar lo bueno, las personas que conocen el valor del amor, de la amistad, personas inteligentes que nunca serían capaces de destrozar ni utilizar su cuerpo, personas que no manipulan a los demás.

Personas que sí son personas.

martes, 21 de septiembre de 2010

Agua

Aquel muchacho comenzó poco a poco a hundirse en el agua congelada, estaba exhausto, sin fuerzas, como si el esfuerzo que había hecho momentos atrás le impidiera mover las piernas.


De repente, delante de él, apareció la figura de un chico, un chico cuya silueta era muy conocida para él, un chico moreno, muy delgado y de piel clara que, sin embargo, ocultaba su cara en la oscuridad. El chico observaba, cayendo con él, como el muchacho se hundía boca abajo en aquel mar de agua helada y parecía disfrutar de ese momento. El joven que se hundía pidió ayuda al otro e intento acercarse a él, pero este se retiraba de su lado mientras parecía esbozar una pequeña sonrisa de maldad.

En ese instante, una extraña y brillante luz apareció desde la superficie de aquel mar inmenso e iluminó todo el lugar. No había ningún tipo de ser en aquel sitio a excepción de los dos muchachos. El chico que se hundía se sorprendió al ver a alguien idéntico a él frente a sí. No se lo podía creer. Entonces el agua hizo estragos en su cuerpo y perdió el conocimiento.

Cuando despertó ya no había rastro de aquel otro chico igual que él que disfrutaba al ver como se hundía; tan solo pudo ver como una chica de pelo castaño le agarraba del brazo y arrastraba de él hacia arriba. Su imagen también le era conocida y una vez que notó que su cabeza salió del agua, pudo respirar tranquilo. Por esta vez se había salvado.

El chico intentó mirarla a la cara pero ella no se lo permitió y se alejó nadando de allí. Ni siquiera dejó que le diera las gracias.


Desde luego hay sueños extraños.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Burbuja

En cualquier parte del mundo sabes crear un rincón del paraíso.


Ya sea en una plaza solitaria o en un pequeño trozo de hierba eres capaz de crear un autentica burbuja.

No sé muy bien cómo la creamos pero cuando te miro a los ojos, no me importa nada más.

Me siento bien, muy bien, como si no existiera nada a partir de las paredes de nuestra burbuja. Porque tenemos la extraña habilidad de hacer que nuestra burbuja sea de acero y que solo nosotros podamos traspasar sus paredes, que nada más pueda entrar allí, ni siquiera los malos pensamientos.

Tienes la habilidad de hacer que aunque estemos perdidos en medio de la madrugada, en lugares desconocidos, lo único que me importe sea que no pases frío, por mucho sueño que tenga o por mucho que mi cuerpo me indique un alto grado de congelación.

Y te prometo que te protegeré hasta que quieras que deje de hacerlo.

Porque quiero que te sientas feliz y protegida.
Ese es mi único deseo últimamente.
Porque no podría soportar no verte así.

Y allí, dentro de la burbuja, eres capaz de hacer que todo parezca más fácil. Haces que el mundo sea un lugar fabuloso en el que vivir. Allí me haces flotar.
Y entonces me siento como si el mundo fuera solo mío.

A veces, esta sensación me parece nueva. Y me encanta sentir lo que siento.

Quizá es que esta sea la primera vez que siento que si me quieren de verdad o simplemente sea que por fin comprendo estos sentimientos, pero me da igual, mientras pueda hacerte feliz en nuestra burbuja.

Porque es lo que quiero hacer.
Porque querer es mucho más que decir Te quiero.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Fiesta

Todos entran y salen de aquel recinto, todos se divierten y tan solo se acercan para saludar un segundo o porque necesitan un poco de paz, un minuto de clama antes de volver al ajetreo, antes de entrar a esa sala, ese lugar de fiestas donde me niego a entrar. Les veo felices entre ellos, todos juntos y yo allí no tengo un hueco.
Gente del pasado, gente del presente, todos se ríen, contentos, bailan, cantan y se divierten.

Intento mantener una conversación con los que salen a respirar, pero apenas quieren tener una conversación de más de medio minuto. Tan solo los parias sociales quieren hablar un rato porque llevan un tiempo sin verme, pero también se alejan.

Y comienza a llover, pero a mí no me importa.

Me siento solo, en la tierra mojada, rodeando las piernas con mis brazos, mientras hundo la cabeza en mí regazo y la lluvia me va empapando poco a poco a la vez que mis ojos comienzan a nublarse y me vuelvo a cejar.

Les veo desde fuera divertirse, no me necesitan para ser felices, no pasaría nada si desapareciese y no me volvieran a ver. No me echarían de menos. No soy parte de sus vidas como lo son las otras personas ni nunca me dejarán serlo, nunca dejaré huella a nadie. Pasaré por sus vidas como una mera anécdota de la que acordarse alguna vez como ya ha ocurrido con algunas personas que se mueven al son de la música dentro de la sala.

Paso toda la noche solo, empapado por la lluvia, y al amanecer vuelvo acompañado a casa por algunos de ellos pero solo porque deben tomar la misma dirección que yo.

Sin embargo, a medio camino me dejan solo de nuevo y se marchan corriendo sin darme una explicación, sin despedirse. Y de repente la oscuridad se hace total.
Me despierto enfadado, triste, cansado y dolorido. No hay nadie que me consuele ni que me escuche. Ya es de día pero un mal presentimiento me abruma. Ni siquiera la brisa matutina parece estar de mi lado.

Odio los miércoles.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Adicción

La lluvia de otoño desde la ventana, el frío del invierno mientras se está dentro de una cama calentita, el olor a hierba mojada… Sin darnos cuenta cada día nos convertimos en adictos a más cosas.


Algunas malas como el tabaco, el alcohol o las medicinas y otras buenas como una taza de té o una agradable lectura.

Pero este verano me he dado cuenta que cada día soy más adicto a ti. Si, parece un tópico pero es la verdad.

Hace unos meses apenas necesitaba hablar contigo, me animabas, me gustaba tu continua presencia y nos reíamos, pero era diferente. Era una sensación como la de cualquier otro amigo.

Sin embargo desde julio todo eso ha cambiado. Me he dado cuenta de que me estoy volviendo adicto a ti, adicto a tu risa, adicto a tus abrazos y a tus miradas.

Y a veces todavía tengo miedo de que esa adicción crezca poco a poco. Porque tengo miedo a equivocarme contigo y a volver a hacerme daño.

Eres como una taza de chocolate caliente en invierno, como un buen baño relajante o como esa canción de mi grupo favorito.

Siempre me haces alegrarme y olvidarme de mis problemas.

Incluso a veces apareces en mis sueños cuando más oscuros son y los iluminas, cuando de repente soñando vuelvo al fondo de la cueva me enseñas la salida.

Y entonces encuentro la paz.

Como siempre a tu lado.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Miedo

Al igual que el frío estival entra por la ventana los temores vuelven a entrar en mi cuerpo.


Y no es miedo a un nuevo mundo, ni a lo que pueda pasar con algunos seres indeseables que me rodean, no. Es miedo a lo que pueda ocurrir ahora, miedo a que todo se desvanezca. Y quizá por eso no te lo conté antes…

Siento que todo esto es muy frágil y que en cualquier momento se va a venir abajo sin poder remediarlo. Incluso una voz dentro de mí me advierte que pare todo esto antes de que pueda ser peor, que me aleje antes de que me dé tiempo a sufrir más. Pero otra parte de mí, me dice que no tema, que no huya. Y pienso hacerla caso, me prometí a mi mismo no volver a tener miedo pues todo lo que genera el miedo es malo.

Sin embargo tengo miedo de despertarme un día y que ya no estés allí, porque eres como la lluvia de invierno y ya has calado todos los poros de mi piel.

Tengo miedo de que no puedas soportarlo, aunque sepas que voy a ir allí donde quieras que aparezca.

Tengo miedo de que te vayas para siempre y ni siquiera me des una explicación razonable.

Tengo miedo porque cada vez que pienso en lo que pueda pasar, me entran ganas de llorar. Y lo siento porque todo esto no lo he podido evitar.

Sé todas las complicaciones que se van a presentar ahora, sin embargo no voy a dejar que el miedo me aterre, porque pienso hacer todo lo posible para continuar con esto. Porque si el miedo hubiera controlado mis actos hace tiempo que todo hubiera dejado de tener sentido.

Porque ni el miedo va a poder detener lo que siento.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Sentimientos

El otro dia, entre tus brazos me sentía la persona más feliz de la tierra.

Sin embargo, estuve a punto de llorar. No sé muy bien si de rabia, impotencia, tristeza o felicidad.

Rabia pues recordé mi pasado y me recordé aquellas noches en las que lloraba sin poder contar con nadie ya que no le importaba a nadie. Impotencia porque recordé a toda la gente que utilizó mis sentimientos como si fueran una servilleta de papel. Tristeza pues el estar tantos años sufriendo y llevándome golpes me entristece. Felicidad pues quizá esta sea la primera vez que me siento querido de verdad.

Y todo eso duele.

No entiendo bien porqué mucha gente ha pasado de mí sin darme ni siquiera una explicación. Simplemente se cansan y se apartan como si lo que yo sintiera no importara.

Y tengo miedo de que eso pase contigo.

Porque cada minuto que paso a tu lado me siento vivo, contento, pues eres la luz de la luna que ilumina mis pasos cuando estoy en lo profundo del bosque. Porque cuando tus ojos me miran con ternura mi alma se llena de euforia y emoción.

Y todavía considero que no he encontrado las palabras exactas para describir mis sentimientos. Incluso a veces pienso que un “te quiero” no es suficiente por mucho que me cueste decirlo.

Alegría, despreocupación, miedo, deseo, felicidad, emoción, paz… son muchas las emociones que me llenan cuando estoy a tu lado, cuando paseamos cogidos de la mano o cuando nos besamos pensando que nada más que nosotros importa en ese momento.
Y me encanta.
Me encanta sentirme vivo, me encanta sentir que de lo único que me tengo que preocupar sea de que estés contenta.
Porque a tu lado todo se ve más fácil, porque a tu lado soy feliz.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Sueños

Por aquel entonces, aquella noche, ese muchacho soñó con su pasado, con que todo volvía a ir bien, pero sin embargo, se despertaba y ya no era feliz.


Pero un día, un horrible día, un sonido en el ordenador de alguien conocido le hizo alegrarse, aquella conversación junto a su continua compañía de los últimos días, le hizo percatarse que la vida sigue, por muy duro que sean las patadas que te den.

Y entonces el chico no dejó que apareciera su pasado ni en sueños y su acertado acercamiento hizo que él comenzara a pensar en ella, a querer estar más tiempo con ella.

Y sus sueños comenzaron a cambiar, desde entonces, en sus sueños ya no aparecía aquella que le hacía daño, sino que, aparecía la persona que le ayudaba.

Y él quería sacarla también de sus noches, pero no podía, intentaba alejarse pero ella se le aproximaba aunque no quisiese, y llegó mayo y se dio cuenta de lo que sentía.

Ella había regado sus flores cada noche y en verano tuvo su fruto y las hizo florecer. Y desde entonces ya no había nadie más.

Sin embargo el chico tuvo miedo, sabía que era demasiado pronto y cuando ella le contó lo que sentía, el tuvo que echarse para atrás, sabía que si en ese momento seguía adelante nada iría bien y las flores se marchitarían, costaba pero tendrían que esperar.

Pero sin embargo ellos no dejaron de encontrarse en sus sueños Y entonces un día sacó su varita mágica y cumplió los deseos de la chica. Pues compartían los mismos deseos.
Y desde entonces se han permitido soñar despiertos pues se quieren con locura.

Porque a veces los sueños se cumplen.