viernes, 31 de diciembre de 2010

Feliz año nuevo

En Enero, la novedad.
En febrero, el desencanto.
En marzo, la cueva.
En abril, la esperanza.
En mayo, la luz.
En junio, la espera.
En julio, el amor.
En agosto, la pasión.
En septiembre, la amabilidad.
En octubre, el cambio.
En noviembre, la tranquilidad.
En diciembre, la alegría.

Sin duda ha sido un año lleno de contrastes,  momentos pesimos y momentos estupendos, depresión y felicidad, oscuridad y luz.
Todavía recuerdo como empezó enero con ilusión, novedades y sonrisas, pero acabó con muerte y tristeza. Pero había que reponerse y en febrero la precipitación hizo sus estragos y me embarqué en aquella aventura que me traería desilusión y que en marzo me daría una dulce patada en la boca. Y desde entonces aparecieron la oscuridad y el llanto en la cueva, las lágrimas de un lobo herido que se había marchado para poder sanarse. Pero en mayo apareció la luz, una brillante luz que llevaba tiempo frente a él y desde entonces salió a la superficie. Y mayo además trajo la declaración y mi negativa y con ello la larga espera de junio, y los paseos, y el estudio. Y en julio el año se hizo año y comencé a vivir en mis sueños, con esa hermosa luz que emites cada minuto. Y desde entonces he comenzado a vivir, a disfrutar de este año hasta hoy. Y a pasar el mejor verano de mi vida. Y octubre trajo el cambio, el caos, y noviembre la estabilidad, el llanto y el agobio, un agobio que se prolongo hasta diciembre que también trajo alegría, paraíso y como siempre tus sonrisas.

Solo espero que el año que viene la luz siga brillando como lo lleva haciendo hasta ahora y que en 2011 haya también grandes momentos de alegría como los de este año. Gracias a todos los que me han acompañado este año.
Feliz año nuevo.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Feliz Navidad

Ya es navidad.
Las calles se inundan de luces y canciones que nos recuerdan lo hermoso que son estas fechas: belenes, puestecillos, cenas navideñas, cenas familiares, reencuentros, uvas, regalos y un largo etcetera.

Desde hace ya un mes las televisiones nos brindan con sus maravillosas películas de estas fechas, en las que la típica familia rica estadounidense celebra la navidad en amor y compañía y solucionan un conflicto que se les presenta de improviso, justo antes del 24. Los centros comerciales se engalanan y nos amenizan con hermosos villancicos que parece que cantan la orquesta  de Viena.Los reyes dejan los regalos bajo el arbol y las caras de los niños se llenan de ilusión. Todo el mundo respira paz y alegría, todos se reúnen para cenar y se acuerdan de sus seres queridos. Sí, la navidad es genial...

Hasta que creces y te das cuenta de que la navidad apesta.
Todos los años nos repiten las mismas películas en Navidad en las que un mozuelo macaulay culkin realiza sus travesuras ante unos inexpertos ladrones antes de darse a las drogas.
Los centros comerciales nos invitan al consumismo con sus grandes ofertas del 2x3 y esos precios hinchados hasta la saciedad pero que nadie mira ya que todo el mundo necesita comprar algo como sea. Sea lo que sea, les da igual, necesitan comprar algo y lo necesitan ya porque han sido tan poco previsores como para comprar con adelanto. Y mientras aquí ocurre eso, en el otro lado del mundo la gente se muere de hambre, ellos si que chuparian las cabezas de las gambas y hasta se comerían  las cascaras de los mejillones.

Y de vuelta aquí las familias se reunen en amor y compañia para...tirarse los trastos a la cabeza y sacar los trapos sucios. Si por algo no se veían en todo el año, entonces ¿por qué ahora? Porque es navidad, una fiesta de estúpidas tradiciones hasta para los más ateos. No hay nada peor que una cena de navidad, tu tío comienza a criticar sutilmente mientras tu tía y tus primos observan tu casa  con recelo como restregándote que su chalet es mil veces mejor(pues si tan grande es entonces cenemos todos allí)y entonces un comentario hace comenzar una discusión mientras los niños se tiran el pan y el abuelo comienza a pelar una gamba, poco después la discusión comienza a subir de tono y se empiezan a involucrar mas personas. Finalmente todo el mundo comienza a gritarse mientras los niños ahora juegan a la videoconsola en otra habitación y el abuelo... continúa pelando la gamba.
Finalmente todo se tranquiliza y todos se desean feliz navidad y esperan volver a encontrarse un año después para volver a tirarse los trastos a la cabeza.

Si, todo es estupendo en estas fechas de falsedad y consumismo.
Feliz navidad.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Crónica

El expocomic de este año ha sido sin duda uno de los mejores. O al menos para mí.
Esta vez cambié los hábitos para ir. En lugar de levantarme, hacerme un bocata rápido y quedar en el lugar de siempre, nos levantamos, hicimos la comida, desayunamos y cogimos el tren. Y allí la alegría continuó durante horas.
Pese a que no estábamos todos los que deberíamos estar, a que la organización de algunos asuntos dejaba mucho que desear,  a que no estaba Lydia presentado y a que no encontré algo decente que comprar por un módico precio, fue algo fantástico.

Paseos, garras, orejitas, sonrisas, besos, cosplay, gorros mokonudos, karaoke y tú iluminando aún más el único lugar donde ser diferente no importa.
Al igual que iluminaste uno de los fines de semana más cortos del año.
Aquel que llevábamos mucho tiempo planeando.

Y pese a que al principio todo se trastocó y tuvimos que cambiar un poco nuestros planes iniciales...me encantó pasear por el silencio y la tranquilidad, me encantó saborear el néctar más delicioso de la historia y me encantó visitar de nuevo el paraíso y en él, ver explotar a toda tu belleza cual torrente de majestuosidad.
Mostrando lo que nunca te atreviste a mostrar, tomandomelo con tranquilidad para hacerte viajar por los nubes, haciendote soñar con que el cielo existe, mostrandote que la relajación y la felicidad te las puedo conseguir en tan solo 2 metros cuadrados.
Y haciendo que brote la magia entre nosotros, hasta que  buscaste mis brazos para fundirte en el más especial de los abrazos.
Y al despertar tu rostro seguía ahí para ponerme una sonrisa en la cara al amanecer.
Y de nuevo, el tiempo en la burbuja se hizo corto, como siempre que nos aislamos en ella.

Y hoy deseo que estas fechas no nos agobien mucho y que podamos seguir metiéndonos en nuestra burbuja, que podamos seguir viendo el amanecer, que paseemos por esas calles donde no hay nadie y que sigamos subiendo al paraíso.
Porque no hay visión que me guste más que la tuya allí.

martes, 14 de diciembre de 2010

Sueños II

Lo intento, lo intento, lo intento...pero no lo consigo.
Me esfuerzo, intento poner una sonrisa es mi rostro, me intento llenar de optimismo pero en cuanto me paro un momento a pensar, todo se viene abajo.
Y no doy a basto.
Hace un rato me puse a recordar...

Como cuando era un niño sabia soñar pese a todo, como era sentir la ilusión por cualquier cosa...
Pero ya no es así, poco a poco la ilusión por soñar se ha ido perdiendo y recuerdo...como me han fastidiado todas las fechas importantes de la vida de un niño, como era difícil hasta respirar, como no había palabras de cariño.
Y poco a poco se pierde la ilusión por soñar y cunde el desanimo. Y justo cuando estaba más ilusionado con algo, cuando encontré un nuevo rumbo para mi vida: alguien lo fastidió.

Y ahora me encuentro aquí, desanimado, harto de estudiar, deambulado entre los caprichos del destino, desplazado, despreciado, sintiéndome un inútil e intentando recordar de que se componían los sueños.
Porque quiero intenta seguir haciéndolo, abrir los brazos y alcanzar aquellos sueños que solía pasear por mi mente no hace mucho tiempo.
Porque soñar es libre hasta que alguien te impide hacerlo.
Por suerte, aún puedo soñar con la princesa. Y eso, nadie, salvo ella, me lo puede impedir.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Desgana

No puedo. No quiero.
Agobio, falta de motivación, cansancio, sueño, enfado, caos. Tristeza.
Desgana.
Ahora mismo no tengo ganas de estudiar ni de hacer nada, no tengo ganas de continuar y no sé porqué, incluso con todo, hace tres semanas podía pensar que estaba motivado, que debía hacerlo e incluso quería hacerlo.
Pero no. Quiero tumbarme en la cama, llorar y llorar de impotencia, escuchar música y dormir. Como muchas veces a lo largo de mi vida.
Y encima se acerca la navidad.
Estoy cansado, bajo de moral, necesito un abrazo, un apoyo, una sonrisa y fuerza.

Y encima hoy es 9 de noviembre.
Y aún te recuerdo paseando a mi lado alegre y feliz.
Y aún recuerdo como hablabas despreocupada y reíamos de temas banales.
Y aún recuerdo la fuente, el parque, las fotos, el frío y el catarro.
Y el comienzo.

Pero todo eso ya no importa, solo son recuerdos y por tanto, pertenecen al pasado.
No tengo ganas de recordar.
No tengo ganas de poner la buena mejilla.
Simplemente quiero  tranquilidad, relax, amor y sosiego. Y que se pase la navidad lo antes posible.
No tengo ganas de seguir sonriendole a todo el mundo pese a que no quiera.
Desgana.
Desgana...

domingo, 5 de diciembre de 2010

5 de diciembre

En la fría noche de otoño el lobo poco a poco va cayendo en un profundo sueño.
Las finas sábanas cubrirán su piel y una mano cálida le volverá a visitar para acariciarle la cabeza. Y esta noche en su mente los recuerdos estarán más vivos que nunca.

Recordará cuando negó el amor a su princesa la primera vez que pasearon a solas.
Se acordará de aquella primera tarde en la que la abrió su burbuja para descubrir un mundo nuevo.
Evocará la primera vez que la dio un suave mordisco en su perfecto cuello de cisne, haciendose de rogar, dejando que su respiración rozara su piel antes de dejar paso a su boca y sus dientes.
Se estremecerá al recordar su primer amanecer juntos, el primero de muchos.
Volverá a sonreír al sentir como se paraba el mundo la primera vez que ella le dijo "te quiero".

Pero sobre todo deseará no despertar, no volver a la cueva pues ahora el quiere seguir soñando.
Porque ella le curó las heridas cuando más lo necesitaba.
Porque ella es la princesa de su frágil reino de marfil.
Porque ella le hace flotar por el cielo.
Porque cuando se encierran en su burbuja no importa nada más.
Porque es tan hermoso estar entre sus brazos que a veces piensa que no puede ser real.
Porque sus sonrisas de cariño son la visión más maravillosa del mundo.
Porque por ella haría cualquier cosa.
Porque sus besos le estremecen.
Porque sus abrazos le hacen vivir.
Porque aunque lleven cinco meses su corazón todavía se acelera al oír  un "te quiero"

Este lobo lleva los cinco meses más maravillosos de su vida.
Princesa, gracias, este pequeño lobo no tiene palabras para describir lo siente.
Simplemente te amo.
Y quiero seguir haciéndolo, mucho, mucho, mucho.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Movil

Al abrir el armario me encontré aquello, aquel móvil que guardaba tantos recuerdos... y una foto.
De repente mi mente se trasportó de nuevo allí a aquel otoño de nuestra despedida. Y recordé aquellos buenos momentos.
Recordé como intentabas estar conmigo siempre y como querías que estuviera junto a ti todo el tiempo. Recordé como pese a estar a kilómetros de distancia me hacías hablar contigo durante noches y noches casi hasta el amanecer.
Recordé como si me quedaba dormido sin quererlo me mandabas otro mensaje de buenas noches que me hacía despertarme con una estúpida sonrisa de felicidad.
Y entonces recordé que no quiero volver a recordar.

De repente una pestaña naranja parpadeante me recuerda cual es mi presente. Y me encanta.
Porque aunque miré hacia atrás, aunque tenga miedo de lo que pase ahora, aunque a veces quiera correr antes de hacerme más daño...
No lo pienso hacer.
Pues has sembrado algo en mí que no puedo dejar que cese de florecer, pues quiero flotar, volar y fantasear de nuevo.
Pues me pienso arriesgar hasta el final, pues quiero seguir llevándote al paraíso, pues pienso crear una burbuja cada día.
Porque aunque haya momentos malos, todo esto es mejor de lo que nunca había imaginado.
Te ofrezco mi mano para seguir volando por el cielo ¿La aceptas?

martes, 23 de noviembre de 2010

Metro

Otra mañana más me dirijo al metro.
En la fría, húmeda y solitaria calle se respira el ambiente previo a otro ajetreado día. El fresco otoñal deja paso al calor sofocante del metro.
En su interior, espero el tiempo habitual y una vez dentro me siento a leer como cada mañana. A mi alrededor la gente se duerme, respira fuertemente, pasa las hojas de sus libros y periodicos o miran a un punto fijo pensando en lo que tiene que hacer.
De repente y tras estar un buen rato sumergido en un fantástico mundo, llego a mi estación de destino. Levanto la cabeza, guardo el libro y me encuentro las miradas de las personas por allí. Algunos me miran con miedo, otros con desprecio y otros con extraña indiferencia.
Ni que yo fuera un asesino en serie. Simplemente por mi cara de cabreo, mi barba de tres días, mis ojeras y mis afilados colmillos no creo que sea digno de desprecio.
Salgo del vagón y allí comienza la odisea del "maravilloso" caos del centro de Madrid en hora punta.
Me intento abrir paso entre los pequeños resquicios de espacio que deja la gente, todos ellos muy ajetreados, moviéndose muy nerviosos y apresurados. Mi habitual paso matutino ágil es detenido por alguien, como siempre una persona no se ha percatado de mi presencia y casi se me lleva por delante o me hace tropezar. Llego a mi siguiente destino. Respiro y subo las últimas escaleras de la mañana, voy a cruzar el torno y de nuevo alguien se me cruza. Me cabreo, acelero el paso como si de una carrera se tratase, le paso y me coloco delante suya ralentizando mi paso...y el suyo.Quizás así ahora si se da cuenta de que hay que respetar a las personas por mucha prisa que se tenga.
Por fín y tras casi ser arrollado por los últimos viajeros que me voy a encontrar llego a mi destino.
Allí en la estación del tren me espera la única visión buena de la mañana, una hermosa y somnolienta chica a la que dar un fuerte y cálido abrazo para despertarla.
Y así sí comienza otra mañana más.

martes, 16 de noviembre de 2010

Necesidad

Triste. No estoy raro sino triste. Llevo una semana horrible. Estrés con los estudios, estrés con la familia y preocupado por ti, porque soy idiota y veo fantasmas donde dices que no los hay. Pero necesito que me digas de nuevo que es lo que sientes por mí. Necesito saber si me quieres.
Esta semana tampoco tiene pinta de mejorar, se acercan los exámenes y miles de miedos y pensamientos se agrupan en mi mente. No voy a ser capaz de superar las primeras pruebas, me falta tiempo material para hacer cosas y ¿si no soy capaz? ¿Y si esto no se me da bien?. Y para colmo aquel que me destruyó mis sueños de seguir otros tres magníficos años con vosotros, insinúa que el año que viene si voy a poder volver, que aquel error que cometió no volverá a ocurrir. Falsedad.  No me haré ilusiones, ya no puede remediarlo, por mucho que esté allí no sera lo mismo.
Y ya no hablo solo del señor patriarca, del resto tampoco encuentro el apoyo, al atravesar ese umbral no encuentro ni media sonrisa. Solo frialdad y egoísmo.

Me vuelvo a sentir como si no le importara lo más mínimo a nadie.
Aparte de eso siento como si poco a poco os fuerais alejando de mi, siento que habéis formado un grupo del que poco a poco ya no hago falta. .

Y para colmo la princesa está triste y la he vuelto a hacer llorar. Soy un bocazas. Yo y mi espíritu curioso que lo desea conocer todo. No volveré a preguntar.  Cada vez que insisto en alguno de esos temas abro el grifo de las lágrimas.
Siento que hay algo que se escapa a mi control y no logro averiguar que es, necesito que alguien me lo diga. Siento que vamos a llegar a ese punto de inflexión, de tranquilidad y normalidad al que nunca he llegado con nadie, no se que debo hacer ya que quiero seguir poniendo el mismo empeño que hace casi cinco meses pero no sé si tu vas a tener la mismas ganas que yo o si no vas a querer por alguna razón que siga siendo igual de entusiasta.
Sí por todo eso estoy estresado y triste. No raro sino triste.
Tan solo necesito absoluta sinceridad, necesito saber porque mientes, necesito apoyo y cariño, necesito un fuerte abrazo y una de tus enormes sonrisas que no encuentro desde la semana pasada.

Necesito uno de esos sábados de ensueño, necesito un día en la burbuja sin pensar en nada más, lejos de todo y de todos. Disfrutando como siempre, con esa tranquilidad y entusiasmo que eres capaz de transmitirme con solo una mirada de cariño.

Por suerte, esas miradas aún no han cambiado.A veces pienso demasiado.
Soy imbécil.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Manzanas

Me dirigí a aquel lugar porque no había otro sitio donde ir un día de fiesta. Todo iba bien, estupendo, hasta que al subir aquella fatídica rampa mecánica un cúmulo de malos recuerdos me abrumaron. Un paso, dos pasos, mire al frente, me quedé petrificado mirando alrededor, ese lugar aún tenía ese aura negra, ese halo de tristeza que siempre me había acompañado allí.
 Observar al frente de repente me transportó sin quererlo a una época negra, a una manzana podrida llena de gusanos donde una flor hace 6 años intentaba florecer y se tenía que conformar con lanzar una reprimida sonrisa falsa a aquellos con los que por aquel entonces pisaba aquel lugar.
Tensión, oscuridad, miedo, llantos silenciosos.

-¿Que te pasa?
-No, nada.
Poco después sonreíste.
Una sonrisa, una simple sonrisa puede tornar unos malos recuerdos en un momento feliz.
Gracias por iluminar un lugar oscuro.

Esta semana me comeré varias manzanas:
Una por la intensa luz de la princesa capaz de eliminar momentos sombríos, otra por el lobo por llenarse de optimismo donde no podía apenas ni sonreir, otra  por los años que llevaba ese lugar a oscuras y otra por pasar una página más de un negro diario.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Dos

Gracias por hablar entonces y contármelo, gracias por escuchar lo que quería decir.
Muchas sensaciones se agolparon en un solo momento,vi tu ilusión desde el principio pero hasta la noche no me di cuenta realmente de la gran importancia de aquello.
Se que solo fue un pequeño gesto, se que lloraste en un principio de alegría pero aún así es inevitable que me preocupara. Me pone muy triste verte así, llámalo empatia o llámalo amor, pero no soporto verlo.
Y como siempre acabamos riéndonos por llorar como un par de idiotas.

Tienes razón siempre buscamos la trampa oculta en la gran claridad de la luz, siempre estamos esperando que haya algo malo y no tiene porque haberlo y como sabes es porque estamos acostumbrado a ser un felpudo donde los demás se limpian los pies.
Yo personalmente estoy acostumbrado a ser pisoteado y utilizado, a que lo que yo sienta no importe nada, a que me utilicen como si de un esclavo se tratara.
Gracias por hacerme ver que hay personas que no me utilizan, gracias por hacerme comprobar que me quieres, gracias por importarte lo que siento.
Sabes que te preguntare una y mil veces que si me quieres, que si te importa lo que siento y que si te hago feliz, pero necesito que me lo digas de vez en cuando.Al igual que necesitaré que me digas si hay algo mal.

Al igual que necesito ver tu sonrisa.

Uno

Caminabas detrás de mí sin decir nada, tan solo te limitabas a seguirme con la cabeza gacha, mirándome con pena, sin comprender nada.
No me atrevía a mirarte de lleno, no podía girarme, te observaba de reojo para ver si me seguías.
No podía hablar, si decía algo de lo que estaba pensado seguramente me echaría a llorar. Me preguntaste, no quería contestar, quería que hablaras claro que si, pero de un tema banal que olvidara lo que estaba en mi cabeza:
-¿Por qué te echas a llorar así de repente? ¿Acaso he hecho algo malo? No quiero verte así, me cabrea mucho el que yo haya sido la causa de tu llanto, tan solo me he preocupado por lo que sientes, no tienes que buscarle una razón extraña ni un porqué al porqué de repente al mediodía te dije eso. Sabía que te hacía mucha ilusión, solo eso. Quizás es que debo ser un egoísta y no preocuparme por ti.
Estaba bastante molesto y preocupado.
Por fin hablaste de algo, me daba igual lo que fuera, solo quería escucharte y dejar de pensar en ello. Por eso después si pude contestar y preguntarte aquello en aquel iluminado lugar.

Sé perfectamente lo que es que te traten como un felpudo por eso quiero hacerte feliz, muy feliz y que sigas volando como llevas haciendo todo el verano.
Menos mal que aquella acción te alegro...

jueves, 4 de noviembre de 2010

Yamada

El 1 de abril descubrí por casualidad en una pagina web que se acababa de estrenar en Japón las novedades de anime de primavera. Entre todas las que se estrenaban esa temporada me llamó la atención solo una:  B gata H kei.
Y aquel día que me puse a ver aquel capitulo ni me imaginaba lo que iba a significar para mí, en aquel momento tan solo buscaba algo divertido que me alegrara la tristeza que llevaba alargando durante todo el mes anterior.

La serie me enganchó de principio a fin, no pude parar de reírme durante los 25 min que duraba y su opening sin duda me cautivo.
Día tras día esperaba impaciente que sacaran un capitulo nuevo y eso que al principio me lo tomaba con calma para verlo.
Pero según llegaban los últimos capítulos mis ganas de verlo incrementaban considerablemente. Mi corazón daba un vuelco cada vez que lo veía. Pensé que estaba loco pero era nuestra serie. Y ahora estamos seguro de ello.
Yo tambien llegaba un buen rato antes de la hora para estar lo antes posible y cuando llegabas tarde pensaba aquello de: "Maldita Yamada, ¿acaso no se acuerda que hemos quedado?"
Por suerte a mi no me retrasaron ni mujeres de parto, ni niños extraviados ni ancianas con lumbago.
Y al igual que Kosuda me ponía nervioso cuando te acercabas a mí, cuando te apoyabas en mi, cuando me hablabas, cuando nos veíamos o cuando me tocabas el cuello. Incluso a veces era igual de despistado.
Y a veces me sentía igual de ingenuo que él cuando estaba a tu lado.

A veces me siento como un chiquillo ante su primer amor, como si nunca hubiera besado a nadie, como si fuera un muchacho inocente que no conoce el significado del amor.
A veces pienso que esto es un sueño y que en cualquier momento me voy a despertar cayéndome de la cama. Pero no quiero, quiero seguir durmiendo y no despertarme nunca de tu sueño.
Porque llevo 4 meses maravillosos, 4 meses en los que he redescubierto un montón de cosas, en los que he podido probar de nuevo lo que es amar y ser amado, lo que es llorar y reir de felicidad, lo que es sentirse de nuevo vivo.
Y quiero seguir otros 4 y otros 4 y asi hasta el final.
Quiero seguir haciendote la personita más feliz de la tierra porque asi me siento yo a tu lado.

Yamada gracias por ser mi luz. Espero que volemos juntos durante mucho tiempo.




Te amo.
De Kosuda-kun para Yamada-chan.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Afortunado

Hace un rato me estuve acordando de la primera vez que entré en tu castillo. Risas, nervios,desorientación.
Un lugar nuevo, un sitio diferente y por primera vez me sentí muy a gusto sin saber donde estaba. Era tu mundo y quería conocer todo sobre él.
Fue un fabuloso día en tu laguna privada, en tu recinto de fiestas, con tu corte y sin separarme de ti como buen lobo guardián. Y me sentí feliz.
Y ayer el lobo volvió a ser afortunado. Como todas las veces que ha pisado tu palacio. Ese lobo que te protege, ese lobo que te arropa con su pelaje para que no tengas frío, ese lobo al que te subes para volar muy alto.
Ese lobo que lo daría todo por ti.
Ese lobo es afortunado porque su princesa le cuida, le protege y le quiere.
Y aunque estuve atado y a tu merced, no me importaba, me sentía feliz, como siempre que nos introducimos en la burbuja donde el tiempo pasa más deprisa, donde nada más existe aparte de nosotros dos, donde los monstruos y la oscuridad no pueden alcanzarnos.
Me encanta que seas capaz de crear esa sensación de comodidad, esa sensación de que el mal del mundo no tiene importancia si estás a mi lado.
Simplemente me encantas tú.

jueves, 28 de octubre de 2010

Idiota

Soy idiota. Sí, sin duda no tengo remedio.
Otra vez esa horrible sensación de soledad, otra vez esa horrible sensación de que soy un autentico imbécil.
Caliente.
Unas gotas poco a poco van ahogando a otras. Tengo ganas de abrazarte y no dejarte escapar, tengo ganas de que nos fundamos en un eterno abrazo bajo el grifo que haga que paren las gotas.
Mas caliente.
Sabes bien que no quiero dejar de quererte y aún así sigues teniendo miedo. Yo también. Pero ya no lo puedo remediar. Ya no puedo evitar el quererte demasiado porque es demasiado tarde. Ya no puedo evitar el necesitar un beso tuyo casi como mi respiración. En ningún momento me quise hacer esperanzas, ni llegar muy lejos para volver a caer por el precipicio y estamparme contra el suelo. Pero es tarde, he subido demasiado alto.
¿Y aún piensas así?
Quiero subir la temperatura del agua hasta se evaporen las gotas.
Sabes que si no fuera por tu apoyo y comprensión más de una mañana me hubiera marchado corriendo a meterme a mi cama.
Sabes que espero impaciente los sábados para que podamos relajarnos y disfrutar, para que nos metamos en nuestra burbuja donde no existe nada más.
Sabes que me encanta estar contigo, decir varias tonterías para que te rías, abrazarte y escucharte hablar, hablar y hablar durante horas.
Sabes perfectamente que algún día todo llegará al final,por desgracia los cuentos no duran eternamente, pero sabes que eso ocurrirá cuando estemos hartos, cuando no funcione nada, cuando vernos no sea algo cómodo. Cuando ambos sepamos que es nuestro final.
Pero para eso queda muchísimo, muchísimo  tiempo.
Porque quiero quererte y quiero que me quieras, quiero amarte y quiero que me ames.
Mucho, mucho, mucho.

domingo, 24 de octubre de 2010

Inutil

Me siento un auténtico inútil. Siento que no sirvo absolutamente para nada, me siento como si fuera un bufón, un estúpido payaso que debe hacer cuatro gracietas para agradar y sentir que sus risas son la única forma de acercarse a todo el mundo.
Siento que no soy un buen amigo, siento que cada vez soy peor persona.
Siento como si en mi interior hubiera una luz de ilusión y vida, que poco a poco se va apagando sola y hace que tenga pocas ganas de vivir.
Me siento sin fuerzas, desganado.
Ni siquiera estoy seguro de que soy capaz de alegrarte cuando estás triste. Y eso que uno de mis mayores deseos es que estés siempre alegre.
Y entonces intento hacer todo lo que esté en mi mano en ese momento para hacerte sonreír de nuevo. Pero a veces pienso que no lo consigo, a veces creo que no soy capaz tampoco de hacerte feliz.
Y siento que soy tan inutil que por ello nadie quiere acercarse a mi. Incluso muchas veces pienso que solo me quieres como un mero entretenimiento. Que soy solo alguien con el que pasar el rato. Y que cuando te aburras te marcharás.

Siento que no veo mi futuro, no veo lo que haré, veo que todo el mundo poco a poco va forjando algo y se esfuerzan para ello pero yo no y todo el mundo me despreciara por mi inutilidad. Siento que no haré nada bien cuando más lo necesiten.
Siento que sin duda soy un patán, un payaso y que por eso nadie me tiene en cuenta.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Susto

¿Ya?¿Ya se ha terminado?¿Qué he hecho mal?
Mi estomago dio un vuelco, estuve a punto de vomitar la cena que ahora no era más que una pasta destrozada que pugnaba por salir de mi cuerpo.
Uff...no, por suerte solo ha sido una mala interpretación.
Mi tripa y su contenido volvió a su lugar.
La oscuridad parecía estar volviendo a mi ventana cuando pareciste confirmar mi mayor temor.
Corazón encogido, lagrimas. Sombras.

Me sacaste de aquel túnel oscuro que parecía no tener final y aún crees que puedo marcharme así como así. Y por si fuera poco por primera vez puedo ver la luz desde cerca y no desde la puerta de mi cueva.
Sin duda me he vuelto a dar cuenta realmente de lo importante que eres para mí.
Por eso yo tambien tengo miedo.A ambos nos han destrozado en pedazos miles de veces y por ello sabrás tan bien como yo lo que siento.
Tengo miedo de despertar un día y que de repente ya no estés, como si hubieras sido un sueño. Como si fueras una flor que se marchita en invierno.Tengo miedo de que sentir lo que siento sea un error y de que un día te marches y te lleves mi corazón contigo. Y me dejes solo, triste y destrozado.
¿Y todavía te atreves a preguntarte que siento? ¿Y todavía dudas de mis sentimientos?
Te lo puedo decir una y otra vez y nunca me cansaré de hacerlo. Esas ocho letras que tanto te gusta escuchar de mis labios. Te quiero.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Tren

Hoy me he despertado mal sin razón aparente. No puedo ser el mismo si me encuentro mal, no puedo ser yo si no estoy donde quiero.
Dejo pasar un par de trenes ya que ninguno me lleva a mi destino. Deseo no tener que seguir esperando en la estación a que venga. Me entran ganas de darme la vuelta, meterme en la cama y no salir jamás.
Tengo frío,sueño,dolor de garganta y estoy cabreado y encima no puedo tomar el siguiente vehículo ya que me dejará a mitad de camino. Donde debería estar.
Pero no puedo, ya hay que ser egoísta para no dejarme cumplir mis verdaderos sueños.
Me encuentro con una vieja conocida, podría subir con ella, pero no me apetece.
Veo pasar el traicionero tren mientras doy un paseo y veo a amigos y conocidos felices en su interior.
En este momento hasta podría llegar a odiarlos.

Por fin llega mi turno, podría haber corrido, por suerte estoy demasiado lejos de mi punto de partida y me limito a entrar.
Tengo un mal presentimiento. En su interior todo está gris, sucio, taciturno, lleno de palabras sin sentido y de gente con miradas despectivas. Se bajan, se suben, entran, salen. Parecen simples marionetas movidos por hilos gigantes de un Dios furioso.
De repente, el tren se detiene en esa estación, allí me tendría que bajar, allí me estaba apeando hace un año mientras las letras de Judy & Mary resonaban en mi cabeza y una sonrisa iluminaba mi rostro.
Hoy no, apenas quiero mirar, me limito a sentarme donde antes una señora me observaba con desprecio. La puerta no se cierra y tengo ganas de salir, saltar, correr, coger el periódico, verles y sonreír. Sin embargo no puedo.
Por fin el tren prosigue su viaje, una, dos y tres estaciones. Intento pensar en otra cosa para aparecer con buena cara.
Bajo del tren y camino lo más deprisa que puedo para aullentar los malos pensamientos. Entro allí y por suerte, la gente sigue siendo amable. Me despejan, divierten y mejoro.
Solo hasta que vuelvo a coger el tren. Tengo sueño de nuevo, ganas de comer, llegar a mi casa y dormir.
Odio el tren y odio los miércoles.

domingo, 10 de octubre de 2010

Inspiración

Llevo casi una semana sin saber que escribir. Algo muy raro en mí. Siempre ha habido veces que la inspiración me ha abandonado durante días pero siempre y en el momento más inesperado regresa como un viejo amigo al que hace mucho que no ves.
Y leo los escritos ajenos y me da envidia lo bien que les salen las palabras y las frases, y sin embargo cada vez que intento expresar mis sentimientos me cuesta como si de correr un maratón se tratase.

Entonces, recuerdo y releo mis historias y me acuerdo de como las palabras salían solas cuando Aura intentaba declararse, o cuando Oliver estaba a punto de morir.
Y me vuelvo a preguntar porque me cuesta tanto expresarme.
No me importa hablar de muchos temas y muy variados, sin embargo a la hora de decir lo que siento de vez en cuando me echo para atrás, y eso que no hay nada malo en decir ciertas cosas.
Muchas veces me han regañado por lo mismo, incluso he llegado a pensar en escribir todo, ya que escrito todo sale prácticamente solo. Sin embargo a la hora de hablar la cosa cambia, me pongo nervioso, mucho más de lo habitual y me trabo y me meto en jardines en los que tengo que podar mucho para poder salir de allí.
Pero, ultimamente me estoy dando cuenta de que eso está empezando a cambiar y mucho mejor sino tendría muchos más problemas. Y más sabiendo que voy a trabajar en un mundo donde las relaciones sociales son una parte importante.

Por eso me alegro muchas veces cuando puedo expresarme con total libertad y totalmente abierto, incluso cuando me tienen que sacar las preguntas. Incluso hay ciertas preguntas que me encantan  que me hagan, simplemente porque así es una forma de expresar mis sentimientos más abiertamente.
Pero todavia esas dos palabras se me siguen atragantando como un par de dagas deslizantes en la garganta, simplemente porque es uno de los sentimientos mas fuertes que me inundan en este momento.
Pero no quiero que olvides nunca que te quiero.
Al igual que no quiero dejar de intentar ser más abierto.
Ni dejar de buscar la inspiración.

lunes, 4 de octubre de 2010

Firmamento

Corriendo por la profunda selva, aquel pequeño se encontraba débil, no encontraba la salida. Pasaban los días, las horas y los minutos como si fueran años. Podía berrear todo lo que quisiera, podía llorar e incluso gritar más alto de lo que nunca había gritado, pues nadie le iba a escuchar en esa inmensidad de árboles.
De repente, una noche, una extraña voz le despertó.
-Muchacho, muchacho…
El chico no la hizo mucho caso.
-Muchacho, muchacho despierta.
-¿Qué? ¿Es a mí?
-Escucha, este no es tu lugar, estás muy cerca de la salida. Por favor sigue mis pasos te lo ruego.
-Pero… ¿Quién eres?
-Mira al cielo.
Entre todas las estrellas del firmamento, destacaba una, una que brillaba con un brillo particular, una estrella distinta, la más hermosa que él había visto nunca. Una estrella que parecía estar en el cielo esperándole.
-Sígueme.
El muchacho poco a poco comenzó a mirar más de lleno esa estrella, su brillo le acompañaba todos los días, su brillo le abría un camino distinto, un camino que poco a poco estaba queriendo elegir.
Y de repente se sintió afortunado. De entre todas las personas del mundo, esa estrella le encontró y le eligió para estar a su lado, esa estrella se quedó ahí dándole su cariño. Y entonces no quiso separase de ella nunca.

Quiero que sigas siendo mi estrella, la luz de mi oscuridad, ese pequeño ser que me alegra la vida, esa personita cuya sonrisa me hace sentir la persona más feliz de la tierra.
Porque haría cualquier cosa por ti, porque te quiero.
Pues tú eres mi estrella.

domingo, 3 de octubre de 2010

Fuerzas

Mañana comienza de nuevo una pequeña parte de lo que será mi futuro. Sin embargo tengo menos ganas que nunca de empezar.
Me he visto obligado a renunciar a mis verdaderos sueños.
Me he visto obligado a seguir un camino que en ningún momento fue mi prioridad. Me he visto obligado a meterme en un mundo que, aunque me gusta, nunca quise estar.Y todo por él, como siempre la causa de la mayoria de mis problemas...

 Me hubiera gustado estar allí, donde debía estar, con vosotros. Como el año pasado, uno de los mejores sin duda. Gracias a vosotros descubrí un nuevo mundo, gracias a vosotros ahora soy una mejor persona. Espero que nunca olvideís que he sido parte de eso y que desde la distancia me gustaría seguir siendolo.
Ahora solo pido fuerzas. Fuerzas para enfrentarme a algo desconocido que en fondo me hace ilusión. Fuerzas para no salir corriendo cuando llegue a ese lugar que estará repleto de gente. Fuerzas para que me acabe de gustar lo que voy a hacer. Fuerzas para seguir adelante con ello.

Simplemente pido fuerzas para no salir huyendo.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Historia

Mucha gente de mí alrededor piensa que llevo una vida maravillosa. Y en teoría eso debería ser cierto: tengo unos amigos fabulosos, una novia perfecta y una familia que bueno, me permite vivir.


Pero en teoría hasta el comunismo funciona, solo en teoría.

Y dice un refrán que no es oro todo lo que reluce.

Debajo del brillante oro, se encuentra el latón y el latón, está sucio, mugriento y huele mal. Al igual que muchos aspectos que me rodean.

Tanto es así que durante años mi única salida de este cruel mundo fue escribir un estúpido cuento de hadas sobre princesas, caballeros y magia. Que, aunque todo el mundo a quien se lo he enseñado lo odie y lo desprecie, aunque nadie la haga caso ya que es algo que he hecho yo, y aunque yo mismo piense que su calidad no sea muy buena, para mí es una de las cosas más importantes que tengo en mi vida.
Y quizá sin esa historia me habría vuelto loco hace años, no habría podido aguantarlo.

No habría podido vivir sin que nadie me abrazara durante casi tres años, no habría podido resistir sin nadie que escuchara mis más oscuros problemas. Simplemente no habría podido.

Porque ello suponía una válvula de escape de mis tinieblas cotidianas, porque gracias a ello pude vivir un tiempo solo sin saber respirar.

Porque la ambición de aquel joven solitario de salvar el mundo y regresar con su princesa era también mi ambición, porque sus compañeros eran mis compañeros y porque durante aquellos periodos de tiempo sentado frente al ordenador, yo no era un chico solitario en un desierto con muy pocas flores, yo era alguien que se podía permitir volar y viajar a otros mundos mejores que el mío.

Porque todo el mundo hemos tenido algún momento de debilidad.
Tan solo hay que continuar sin mirar atrás. Pues tras las nubes siempre se encuentra el sol.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Sueño

No entiendo cómo eres capaz de hacer que cualquier momento y cualquier lugar sea especial. El verte disfrutar, el verte ser una parte de lo más importante para mí o simplemente el verte dormir pacíficamente.

Y sin embargo, tenía miedo y estuve a punto de que echarme para atrás y que vivieramos otro dia solo en nuestra compañia. Menos mal que a veces tomo decisiones acertadas.
Y aunque me sentía raro estaba genial, te encontrabas nerviosa, y por ello agarrabas con fiereza mi mano pero en un abrir y cerrar de ojos ya eras parte de todo.
Sí, sin duda ellos tiene esa habilidad.
Nunca antes me había sentido tan bien uniendo dos de las partes más importantes de mi vida.

Y después mientras los muebles chirriaban, cerramos nuestro nube para otro momento de intimidad. Entre risas, sensaciones y somnolientas palabras de cariño te dormiste, e incluso eso me gusto.
Te abrazaste a mí mientras intentabas dormir con una sincera sonrisa de felicidad en la boca, no querías que me apartara de tu lado, te querias acercar lo máximo posible a mí como deseando que no me marchara nunca,  no querias que me moviera, no querías que nadie pusiera fin a ese momento.
Y en ese instante,  me sentí la persona más feliz de la tierra.

Gracias por ser como eres, por no tener prejuicios y saber que cada persona es única por muy diferente que sea. Gracias por hacer de cada momento algo único.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Hoy me pregunto

Hoy es otro de esos estúpidos días, hoy me vuelvo a sentir sólo y triste porque así hacen que me sienta...

Hoy me pregunto de que sirve esforzarse por todo. Hoy me pregunto porqué hacer cosas por lo demás si ellos no hacen nada por mí. Hoy me pregunto si debo abandonarlo todo. Me pregunto de que sirve intentar alegrar a la gente, de que sirve hacer cosas desinteresadamente.
Hoy me vuelvo a preguntar porqué por mucho que pase el tiempo sigo siendo el segundo plato. Porque nadie me da una palabra de cariño, porqué todo el mundo pasa de mí si los otros están.
Hoy me vuelvo a preguntar si solo me quiere cuando estamos a solas o tambien cuando otros pululan a su alrededor.

Hoy me vuelvo a preguntar porqué nunca dejo huella a nadie. Hoy me vuelvo a preguntar si de verdad alguien lloraria mi muerte.
Hoy me vuelvo a preguntar porqué no he aprendido a vivir solo, al fin y al cabo, siempre me he sentido así.

Hoy me vuelvo a preguntar porqué me intereso por todo el mundo, porque se encuentren bien y felices si nadie se interesa por mí.
Hoy me vuelvo a preguntar si quizás sea que todo lo que hago esté mal,si quizá mi actitud generosa no sea la correcta, si quizás debiera ser mas egoista y pasar de todo. Solo pensar en mí.
Hoy me vuelvo a preguntar si algo de lo que hago tiene sentido.
Hoy me vuelvo a preguntar porqué  me pregunto estas cosas. Y porqué me duele hacerlo.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Personas

Hoy me he puesto a pensar sobre lo bajo que puede llegar a caer el ser humano.
No logro entender como la gente puede llegar a maltratar, torturar, vejar y destrozar su propio cuerpo sin ningún tipo de control.

¿Es qué acaso no tienen un poco de amor propio para saber lo peligroso y humillante de sus actos?

¿Acaso no tienen ningún tipo de pudor ni de escrúpulos?

¿Acaso alguien puede disfrutar de la humillación y la tortura?

Odio a las personas que no se quieren a sí mismas, no me refiero a pensar que tienen un defecto y crear un trauma a partir de él, sino a las personas que no tienen amor propio y se dejan tratar como si fueran un simple trozo de carne del que un puñado de energúmenos se pueden aprovechar.

Cada día oigo y veo conversaciones con las que me entran ganas de vomitar sobre la putrefacta cloaca en la que se está convirtiendo la sociedad actual en la que nadie aprecia ni siquiera el valor de la amistad.

Personas que cada noche mantienen más de una relación esporádica sin ningún tipo de control, personas que destrozan su propio cuerpo bebiendo hasta perder el sentido. Personas que utilizan a los demás simplemente para saciar sus instintos más primarios, personas que tratan al resto como un simple deshecho, un objeto de usar y tirar…

Todo eso me repugna.

Por eso me gustan las personas que saben apreciar lo bueno, las personas que conocen el valor del amor, de la amistad, personas inteligentes que nunca serían capaces de destrozar ni utilizar su cuerpo, personas que no manipulan a los demás.

Personas que sí son personas.

martes, 21 de septiembre de 2010

Agua

Aquel muchacho comenzó poco a poco a hundirse en el agua congelada, estaba exhausto, sin fuerzas, como si el esfuerzo que había hecho momentos atrás le impidiera mover las piernas.


De repente, delante de él, apareció la figura de un chico, un chico cuya silueta era muy conocida para él, un chico moreno, muy delgado y de piel clara que, sin embargo, ocultaba su cara en la oscuridad. El chico observaba, cayendo con él, como el muchacho se hundía boca abajo en aquel mar de agua helada y parecía disfrutar de ese momento. El joven que se hundía pidió ayuda al otro e intento acercarse a él, pero este se retiraba de su lado mientras parecía esbozar una pequeña sonrisa de maldad.

En ese instante, una extraña y brillante luz apareció desde la superficie de aquel mar inmenso e iluminó todo el lugar. No había ningún tipo de ser en aquel sitio a excepción de los dos muchachos. El chico que se hundía se sorprendió al ver a alguien idéntico a él frente a sí. No se lo podía creer. Entonces el agua hizo estragos en su cuerpo y perdió el conocimiento.

Cuando despertó ya no había rastro de aquel otro chico igual que él que disfrutaba al ver como se hundía; tan solo pudo ver como una chica de pelo castaño le agarraba del brazo y arrastraba de él hacia arriba. Su imagen también le era conocida y una vez que notó que su cabeza salió del agua, pudo respirar tranquilo. Por esta vez se había salvado.

El chico intentó mirarla a la cara pero ella no se lo permitió y se alejó nadando de allí. Ni siquiera dejó que le diera las gracias.


Desde luego hay sueños extraños.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Burbuja

En cualquier parte del mundo sabes crear un rincón del paraíso.


Ya sea en una plaza solitaria o en un pequeño trozo de hierba eres capaz de crear un autentica burbuja.

No sé muy bien cómo la creamos pero cuando te miro a los ojos, no me importa nada más.

Me siento bien, muy bien, como si no existiera nada a partir de las paredes de nuestra burbuja. Porque tenemos la extraña habilidad de hacer que nuestra burbuja sea de acero y que solo nosotros podamos traspasar sus paredes, que nada más pueda entrar allí, ni siquiera los malos pensamientos.

Tienes la habilidad de hacer que aunque estemos perdidos en medio de la madrugada, en lugares desconocidos, lo único que me importe sea que no pases frío, por mucho sueño que tenga o por mucho que mi cuerpo me indique un alto grado de congelación.

Y te prometo que te protegeré hasta que quieras que deje de hacerlo.

Porque quiero que te sientas feliz y protegida.
Ese es mi único deseo últimamente.
Porque no podría soportar no verte así.

Y allí, dentro de la burbuja, eres capaz de hacer que todo parezca más fácil. Haces que el mundo sea un lugar fabuloso en el que vivir. Allí me haces flotar.
Y entonces me siento como si el mundo fuera solo mío.

A veces, esta sensación me parece nueva. Y me encanta sentir lo que siento.

Quizá es que esta sea la primera vez que siento que si me quieren de verdad o simplemente sea que por fin comprendo estos sentimientos, pero me da igual, mientras pueda hacerte feliz en nuestra burbuja.

Porque es lo que quiero hacer.
Porque querer es mucho más que decir Te quiero.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Fiesta

Todos entran y salen de aquel recinto, todos se divierten y tan solo se acercan para saludar un segundo o porque necesitan un poco de paz, un minuto de clama antes de volver al ajetreo, antes de entrar a esa sala, ese lugar de fiestas donde me niego a entrar. Les veo felices entre ellos, todos juntos y yo allí no tengo un hueco.
Gente del pasado, gente del presente, todos se ríen, contentos, bailan, cantan y se divierten.

Intento mantener una conversación con los que salen a respirar, pero apenas quieren tener una conversación de más de medio minuto. Tan solo los parias sociales quieren hablar un rato porque llevan un tiempo sin verme, pero también se alejan.

Y comienza a llover, pero a mí no me importa.

Me siento solo, en la tierra mojada, rodeando las piernas con mis brazos, mientras hundo la cabeza en mí regazo y la lluvia me va empapando poco a poco a la vez que mis ojos comienzan a nublarse y me vuelvo a cejar.

Les veo desde fuera divertirse, no me necesitan para ser felices, no pasaría nada si desapareciese y no me volvieran a ver. No me echarían de menos. No soy parte de sus vidas como lo son las otras personas ni nunca me dejarán serlo, nunca dejaré huella a nadie. Pasaré por sus vidas como una mera anécdota de la que acordarse alguna vez como ya ha ocurrido con algunas personas que se mueven al son de la música dentro de la sala.

Paso toda la noche solo, empapado por la lluvia, y al amanecer vuelvo acompañado a casa por algunos de ellos pero solo porque deben tomar la misma dirección que yo.

Sin embargo, a medio camino me dejan solo de nuevo y se marchan corriendo sin darme una explicación, sin despedirse. Y de repente la oscuridad se hace total.
Me despierto enfadado, triste, cansado y dolorido. No hay nadie que me consuele ni que me escuche. Ya es de día pero un mal presentimiento me abruma. Ni siquiera la brisa matutina parece estar de mi lado.

Odio los miércoles.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Adicción

La lluvia de otoño desde la ventana, el frío del invierno mientras se está dentro de una cama calentita, el olor a hierba mojada… Sin darnos cuenta cada día nos convertimos en adictos a más cosas.


Algunas malas como el tabaco, el alcohol o las medicinas y otras buenas como una taza de té o una agradable lectura.

Pero este verano me he dado cuenta que cada día soy más adicto a ti. Si, parece un tópico pero es la verdad.

Hace unos meses apenas necesitaba hablar contigo, me animabas, me gustaba tu continua presencia y nos reíamos, pero era diferente. Era una sensación como la de cualquier otro amigo.

Sin embargo desde julio todo eso ha cambiado. Me he dado cuenta de que me estoy volviendo adicto a ti, adicto a tu risa, adicto a tus abrazos y a tus miradas.

Y a veces todavía tengo miedo de que esa adicción crezca poco a poco. Porque tengo miedo a equivocarme contigo y a volver a hacerme daño.

Eres como una taza de chocolate caliente en invierno, como un buen baño relajante o como esa canción de mi grupo favorito.

Siempre me haces alegrarme y olvidarme de mis problemas.

Incluso a veces apareces en mis sueños cuando más oscuros son y los iluminas, cuando de repente soñando vuelvo al fondo de la cueva me enseñas la salida.

Y entonces encuentro la paz.

Como siempre a tu lado.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Miedo

Al igual que el frío estival entra por la ventana los temores vuelven a entrar en mi cuerpo.


Y no es miedo a un nuevo mundo, ni a lo que pueda pasar con algunos seres indeseables que me rodean, no. Es miedo a lo que pueda ocurrir ahora, miedo a que todo se desvanezca. Y quizá por eso no te lo conté antes…

Siento que todo esto es muy frágil y que en cualquier momento se va a venir abajo sin poder remediarlo. Incluso una voz dentro de mí me advierte que pare todo esto antes de que pueda ser peor, que me aleje antes de que me dé tiempo a sufrir más. Pero otra parte de mí, me dice que no tema, que no huya. Y pienso hacerla caso, me prometí a mi mismo no volver a tener miedo pues todo lo que genera el miedo es malo.

Sin embargo tengo miedo de despertarme un día y que ya no estés allí, porque eres como la lluvia de invierno y ya has calado todos los poros de mi piel.

Tengo miedo de que no puedas soportarlo, aunque sepas que voy a ir allí donde quieras que aparezca.

Tengo miedo de que te vayas para siempre y ni siquiera me des una explicación razonable.

Tengo miedo porque cada vez que pienso en lo que pueda pasar, me entran ganas de llorar. Y lo siento porque todo esto no lo he podido evitar.

Sé todas las complicaciones que se van a presentar ahora, sin embargo no voy a dejar que el miedo me aterre, porque pienso hacer todo lo posible para continuar con esto. Porque si el miedo hubiera controlado mis actos hace tiempo que todo hubiera dejado de tener sentido.

Porque ni el miedo va a poder detener lo que siento.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Sentimientos

El otro dia, entre tus brazos me sentía la persona más feliz de la tierra.

Sin embargo, estuve a punto de llorar. No sé muy bien si de rabia, impotencia, tristeza o felicidad.

Rabia pues recordé mi pasado y me recordé aquellas noches en las que lloraba sin poder contar con nadie ya que no le importaba a nadie. Impotencia porque recordé a toda la gente que utilizó mis sentimientos como si fueran una servilleta de papel. Tristeza pues el estar tantos años sufriendo y llevándome golpes me entristece. Felicidad pues quizá esta sea la primera vez que me siento querido de verdad.

Y todo eso duele.

No entiendo bien porqué mucha gente ha pasado de mí sin darme ni siquiera una explicación. Simplemente se cansan y se apartan como si lo que yo sintiera no importara.

Y tengo miedo de que eso pase contigo.

Porque cada minuto que paso a tu lado me siento vivo, contento, pues eres la luz de la luna que ilumina mis pasos cuando estoy en lo profundo del bosque. Porque cuando tus ojos me miran con ternura mi alma se llena de euforia y emoción.

Y todavía considero que no he encontrado las palabras exactas para describir mis sentimientos. Incluso a veces pienso que un “te quiero” no es suficiente por mucho que me cueste decirlo.

Alegría, despreocupación, miedo, deseo, felicidad, emoción, paz… son muchas las emociones que me llenan cuando estoy a tu lado, cuando paseamos cogidos de la mano o cuando nos besamos pensando que nada más que nosotros importa en ese momento.
Y me encanta.
Me encanta sentirme vivo, me encanta sentir que de lo único que me tengo que preocupar sea de que estés contenta.
Porque a tu lado todo se ve más fácil, porque a tu lado soy feliz.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Sueños

Por aquel entonces, aquella noche, ese muchacho soñó con su pasado, con que todo volvía a ir bien, pero sin embargo, se despertaba y ya no era feliz.


Pero un día, un horrible día, un sonido en el ordenador de alguien conocido le hizo alegrarse, aquella conversación junto a su continua compañía de los últimos días, le hizo percatarse que la vida sigue, por muy duro que sean las patadas que te den.

Y entonces el chico no dejó que apareciera su pasado ni en sueños y su acertado acercamiento hizo que él comenzara a pensar en ella, a querer estar más tiempo con ella.

Y sus sueños comenzaron a cambiar, desde entonces, en sus sueños ya no aparecía aquella que le hacía daño, sino que, aparecía la persona que le ayudaba.

Y él quería sacarla también de sus noches, pero no podía, intentaba alejarse pero ella se le aproximaba aunque no quisiese, y llegó mayo y se dio cuenta de lo que sentía.

Ella había regado sus flores cada noche y en verano tuvo su fruto y las hizo florecer. Y desde entonces ya no había nadie más.

Sin embargo el chico tuvo miedo, sabía que era demasiado pronto y cuando ella le contó lo que sentía, el tuvo que echarse para atrás, sabía que si en ese momento seguía adelante nada iría bien y las flores se marchitarían, costaba pero tendrían que esperar.

Pero sin embargo ellos no dejaron de encontrarse en sus sueños Y entonces un día sacó su varita mágica y cumplió los deseos de la chica. Pues compartían los mismos deseos.
Y desde entonces se han permitido soñar despiertos pues se quieren con locura.

Porque a veces los sueños se cumplen.

jueves, 26 de agosto de 2010

Expresión

Hay cosas que no se pueden explicar con palabras y que, por mucho que lo intentes, nunca vas a poderlo hacer. Sentimientos, ocasiones y situaciones para las que no hay palabras, en la que los gestos lo son todo.


Por eso a veces me quedo sin palabras, porque no puedo expresar bien lo que siento en ese momento y por eso no pienso en nada y me limito a abrazarte y besarte porque es lo que siento.

Porque en ocasiones no hacen falta las palabras y lo sabes. A veces no digo las cosas, porque aunque hayan pasado casi 2 meses ya, todavía me sigo atascando y poniéndome nervioso.

Y sé que en muchas ocasiones a ti te ocurre lo mismo.

Pero sin embargo, me doy cuenta de que me hablas con cariño, de que te sientes bien a mi lado y de que me observas lentamente con ternura como quien paladea un delicioso manjar y eso me encanta. Me encanta que sonrías cuando te miro, que te alegres con mis chorradas por muy estúpidas que puedan llegar a ser y que tu cara se enrojezca en según qué ocasiones.

Porque tu expresión es de felicidad y eso me encanta.

Sabes que me gustaría que te animaras a decirme aquellas palabras más a menudo pero sé que como me ocurre a mí a veces te cuesta, por ello, de momento, me quedo con tu expresión.

Porque una expresión vale más que mil palabras.
Aunque a veces piense que no haya una expresión que simbolice todo lo que te quiero.

lunes, 23 de agosto de 2010

Escapar

Y el muchacho se encontraba llorando bajo el puente, pues no quería que los habitantes de su ciudad le vieran, se sentía mal, muy mal, aburrido y cabreado.
 Aburrido pues solo le hacían caso cuando los demás no estaban, porque siempre era el último y siempre lo iba a ser.
Cabreado pues algunos de los habitantes no hacían más que hacerle la vida imposible sin que él pudiera hacer nada por remediarlo.
Frustración, si esa era la palabra, frustración por sentirse inferior, por sentir como algunos le fastidiaban sus sueños y no podía hacer nada por remediarlo y porque se encontraba en una encrucijada. Porque no sabía que debería hacer con su futuro ahora, porque tenía miedo, miedo de enfrentarse a todos aquellos que no le permitían continuar, pues aquello podría suponer un desastre de magnitudes inimaginables.


Y sin embargo, esta vez parecía que si se podía apoyar en alguien.

El muchacho decidió salir del puente al amanecer, pues una mano conocida le empujó de allí, pero entonces comenzó a llorar bajo la lluvia, ya era muchos años escondiéndose todas las noches allí y, por fin, tenía algo que le hacía salir. El chico se mantuvo en la distancia mientras observaba cauteloso a quien le visitaba en su escondite cada día. Pero entonces quiso agarrarla de la mano y correr, correr lejos de todo y de todos, lejos de cualquier preocupación, lejos de todas las personas que le hacían sentir mal, lejos de cualquier cosa que podría enturbiar la paz que sentía a su lado.

Sin embargo ella le obligaba a volver a la ciudad, y entonces volvía a pensar en escapar y correr por aquellas verdes praderas que rodeaban la ciudad y que suponían un momento de respiro.

Pero no podría escapar por completo. Al menos por el momento.

viernes, 20 de agosto de 2010

Distancia

Hoy es otro día en los que paso la tarde, solo, incomunicado, sin saber nada de lo que ocurre al otro lado de la ventana. Hacía mucho tiempo que no ocurría esto.

Sin embargo parece como si las sensaciones ahora fueran distintas. Antes la distancia apenas me suponía problema, incluso cuando estaba mucho más lejos, en el fondo sentía tranquilidad y que todo iba bien. Pero en esta ocasión algo es distinto, siento como si el lazo que te une a mí fuera más frágil de lo que debería ser y me asusto, tengo la sensación de que en cualquier momento, ese lazo se deshilachará y te marcharás para no volver.

Y entonces es cuando pienso que no estoy haciendo tanto por ti como te gustaría.

Y la distancia me vuelve a decir que me preocupe.

Me pregunto porqué siento ahora esta sensación, no logro comprender porqué noto que ahora la distancia va a suponer un problema si nunca lo ha sido. A mí no me importa, es algo incluso común en mi vida, pero tengo miedo de que a ti si te importe, de que no estés acostumbrada a ello y que te harte el no poder disfrutar de mí, de mi presencia o de mi compañía más a menudo. Y quizá por ello no quiero que este verano termine nunca…

Porque sé que a partir del mes que viene apenas podrás disfrutar de mí más que un día a la semana. Porque sé que el ajetreo de la rutina diaria me hará que no esté tan pendiente de ti como me gustaría. Porque sé que apenas hablaremos.

Pero esa es la misma prueba a la que me sometió el destino en otras ocasiones, por eso, yo puedo vivir con ello. Pero tengo miedo de que tú no puedas hacerlo. Porque la distancia hace el olvido.

domingo, 15 de agosto de 2010

Noche mágica

Y no quise ni que el mareo que me produjo el tren pudiera conmigo, no, ese día no. Ese día ni mis peores pensamientos me iban a hacer preocuparme, esa noche era para ti porque te lo prometí. Tú serías lo único que existiría.


Y el agradable paseo trajo mi cabeza de vuelta a su sitio. Y al entrar en tu castillo comencé a disfrutar de tu fabulosa cotidianidad.

El chocolate supo a néctar de dioses al estar tú acompañándolo.

Y al llegar la noche dormimos en las puertas del paraíso y allí vi todo tu esplendor y no hubo visión más maravillosa que aquella. Entonces no quise hacer otra cosa que disfrutar de ti sin que nada ni nadie pudiera impedirlo. Y lo hice.

Porque aquella noche más que nunca deje las preocupaciones en la puerta. Porque esa noche más que nunca te iba a hacer flotar.

Y despertaste al lobo más fiero de lo que se durmió y no quise dejar de abrazarte porque sabía que al levantarte tendríamos que volver a la realidad.

Pero las dos palabras que me dedicaste en la estación pusieron un final glorioso a una noche mágica.

viernes, 13 de agosto de 2010

Sufrimiento

Y la fresca brisa veraniega poco a poco me va sumergiendo en mis pensamientos y recuerdo esas épocas en las que no importaba nada.


Siempre había pensado que las relaciones interpersonales eran una tontería, al fin y al cabo, estar cerca de los demás solo parecía servir para sufrir. Todo el mundo sufría, ya fuera por amor o por temas de amistad, el relacionarse con los demás solo traía sufrimiento. Incluso hice un esfuerzo por acercarme a los que parecían más inteligentes pero hasta ellos te hacían sentir extraño.

Pero decidí desde muy pequeño ver todo desde fuera y gracias a ello tengo una visión más global del comportamiento humano.

Sin embargo, poco a poco me fui adentrando en lo que la gente consideraba amistad, tenía sus cosas malas pero también buenos sentimientos casi indescriptibles. Aunque a día de hoy sé a la perfección que eso no era una amistad de verdad, simplemente unos utilizaban a los otros para estar con ellos el tiempo que necesitaran hasta que encontraran a otros con los que se divirtieran más. Pero sin embargo quise probarlo y como era de esperar me traicionaron y olvidaron en poco tiempo y pensé que hasta que no encontrara a alguien que pareciera un amigo de verdad, no intentaría relacionarme demasiado.

Sin embargo, un día me enamoré, sí, el primer amor, bonito y recordado por todos. Y entonces aparté todo lo que había pensado sobre las relaciones hasta ese momento, ya que empecé a moverme por sentimientos.

Todavía recuerdo la primera vez que experimenté lo que era no poder decir las cosas, el cosquilleo en el estomago, el estar todo el día pensado en el ser amado y el querer pasar todo el tiempo posible con esa persona tan especial. Y aunque sufría me gustaba. En ese momento me di cuenta porque la gente quería sufrir de esa manera, aunque contradictorio, era estupendo sentirse tan mal y el día que todo te salía bien, flotabas, volabas por tu nube mientras el buen humor se apoderaba de todas las partes de tu cuerpo.

Pero, eso también se acaba y entonces descubrías el verdadero dolor, el dolor a que te rechazaran o a que te utilizaran y dejaran, en ese momento, no te das cuenta(es normal, estas enamorado) pero cuando todo acaba te das cuenta que ha sido una farsa, que te han utilizado, que te sientes como un estúpido pañuelo de usar y tirar y que nunca le importaron tus sentimientos.

Y una y otra vez vuelvas a buscar alguien que parezca que le importen tus sentimientos, y entonces descubres que tan solo encuentras empujones, codazos, patadas y egoísmo. Y es entonces, cuando todo parece perdido, cuando encuentras a una persona que no te utiliza, que no le importa darlo todo por ti, cuando descubres lo que es ser querido de verdad.

Pero después todo acaba y vuelves a sufrir.

Sin embargo, los humanos somos tan estúpidos que queremos seguir hacia delante y volvernos a enamorar para sentir esas buenas sensaciones, aunque en el fondo sepamos que al final sufriremos.

lunes, 9 de agosto de 2010

Lunes de agosto

Desde luego hay dias malos.
Días en los que ya desde por la mañana intuyes que va a ocurrir algo horrible y que los próximos días seguramente no vayan a mejorar. Porque, por desgracia, encima sabes perfectamente en que fechas estás.
Días en los que apenas has dormido y no te apetece hacer nada. En los que tienes calor, sueño, y encima estas cabreado.
Días en los que sin poder remediarlo te ocurre algo malo, algo ajeno a tí, algo que sin quererlo se te presenta y te jode. Y lo peor de todo es que no puedes hacer nada, porque sientes como si el mundo entero se hubiera puesto en tu contra para fastidiarte, porque, al parecer, tu destino no es ser feliz.
Días en los que vuelves a odiar tu vida y esa mala suerte que siempre te ha acompañdo desde que eras pequeño. En los que recuerdas todos y cada uno de esos malos momentos que hicieron que tu almohada se llenara de lagrimas, de lagrimas que nadie ha podido consolar nunca.
Días en los que te aburres, pero por no tener una mala palabra hacia aquellos a los que quieres te aislas, y prefieres dar un paseo solo, ver la tele un rato y evadirte. Por lo menos hasta que ya estas más calmado.
Días en los que te apetece ir a la montaña más alta y pegar un fuerte grito para desahogarte pero entonces te fijas en que estás en el centro de la ciudad.
Días en los que sabes que nada va a poder cambiar tu humor y solo deseas cerrar los ojos, antes de que las lágrimas vuelvan a hacer su aparición, y dormir para ver si mañana es mejor, porque ya estás harto de hoy.
Sí, sin duda hoy es lunes. Otro horrible lunes de agosto.

domingo, 8 de agosto de 2010

Estúpido

-No digas más que eres estúpido porque suena a que tonto soy por hacer esto.


Lo siento pero me lo seguiré llamando porque lo soy.

Soy estúpido porque una sonrisa de cariño tuya me estremece.

Porque con un beso de tus labios mi corazón se acelera.

Porque tu suave caricia me lleva a flotar en una nube por el cielo.

Porque a tu lado mis problemas desaparecen.

Porque junto a ti el resto de las cosas dejan de tener tanta importancia.

Porque cuando me abrazas el tiempo se detiene.

Porque me perdería en tus hermosos ojos durante siglos.

Porque tus labios son el más maravilloso manjar.

Porque tu piel tiene la textura de las rosas.

Soy estúpido porque deseo estar a tu lado.

Soy estúpido porque me dí cuenta de que te quiero y en su momento no quise creérlo.

jueves, 5 de agosto de 2010

La leyenda de la princesa y el lobo

Hace seis meses un pequeño y tímido lobo decidió entregar su corazón a una majestuosa águila, pero ella se empeñó en picotearlo, patearlo, y quemarlo como si de un felpudo barato se tratara.
Por ello, aquel lobo decidió ocultarse en un profundo abismo. Desde que era un simple lobezno no habían parado de golpearle y menospreciarle una y otra vez pero él siempre había continuado sonriendo pues siempre había pensado que el pasado solo es pasado por muy duro que hubiese sido y que el futuro debía ser mejor… pero después de aquello no quiso sonreír nunca más. Y entonces dejó de creer en cuentos de hadas.
Sin embargo, y sin apenas darse cuenta, una princesa se enfundó la armadura de caballero y quiso sacarle de aquel profundo y oscuro pozo en el que el lobo se había introducido sin remedio. Ella le limpió las lágrimas, sació su llanto y curó sus heridas, porque no quería que el lobo sufriera más, detestaba verle así, ella sabía que aquel animal sabía sonreír y quería que lo hiciera de nuevo. Y el lobo se dejó ayudar porque al verla sintió a los ángeles alegrarse, porque se fijó en sus ojos de cristal y en su honesta sonrisa y vio que en aquella hermosa princesa había algo especial.
Pero cuando este ya estaba algo mejor, no había vuelta atrás, había estado cerca del animal demasiado tiempo y ahora no había retorno. Y entonces aparecieron las llamas.
 La princesa arriesgo su reino porque creía en sus sentimientos, porque le quería y sabía que el animal le iba a responder, por ello, prometió estar junto a él y continuar haciéndole sonreír. Por su parte, el lobo arriesgó de nuevo su corazón y  prometió cuidarla, protegerla y hacerla cabalgar sobre su lomo hasta llegar lo más alto posible, porque poco a poco había descubierto lo mucho que la quería y ahora sabía con certeza que deseaba estar junto a ella.

Y entonces, una cálida noche de verano, surgió lo inevitable. Y el lobo volvió a creer.
Desde ese momento el animal vio que al lado de su princesa el tiempo pasaba más deprisa, porque a su lado solo importaba ella, porque su sonrisa le hacía vivir.

Por desgracia, se que los cuentos no tiene un final feliz solo espero que este cuento acabe lo más tarde posible; pero hasta entonces pienso disfrutar con cada letra, alegrarme con cada párrafo e iluminar cada página. Por ti. Porque eres la princesa a la que quiere este estúpido lobo.