Hay cosas que no se pueden explicar con palabras y que, por mucho que lo intentes, nunca vas a poderlo hacer. Sentimientos, ocasiones y situaciones para las que no hay palabras, en la que los gestos lo son todo.
Por eso a veces me quedo sin palabras, porque no puedo expresar bien lo que siento en ese momento y por eso no pienso en nada y me limito a abrazarte y besarte porque es lo que siento.
Porque en ocasiones no hacen falta las palabras y lo sabes. A veces no digo las cosas, porque aunque hayan pasado casi 2 meses ya, todavía me sigo atascando y poniéndome nervioso.
Y sé que en muchas ocasiones a ti te ocurre lo mismo.
Pero sin embargo, me doy cuenta de que me hablas con cariño, de que te sientes bien a mi lado y de que me observas lentamente con ternura como quien paladea un delicioso manjar y eso me encanta. Me encanta que sonrías cuando te miro, que te alegres con mis chorradas por muy estúpidas que puedan llegar a ser y que tu cara se enrojezca en según qué ocasiones.
Porque tu expresión es de felicidad y eso me encanta.
Sabes que me gustaría que te animaras a decirme aquellas palabras más a menudo pero sé que como me ocurre a mí a veces te cuesta, por ello, de momento, me quedo con tu expresión.
Porque una expresión vale más que mil palabras.
Aunque a veces piense que no haya una expresión que simbolice todo lo que te quiero.
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