miércoles, 10 de noviembre de 2010

Manzanas

Me dirigí a aquel lugar porque no había otro sitio donde ir un día de fiesta. Todo iba bien, estupendo, hasta que al subir aquella fatídica rampa mecánica un cúmulo de malos recuerdos me abrumaron. Un paso, dos pasos, mire al frente, me quedé petrificado mirando alrededor, ese lugar aún tenía ese aura negra, ese halo de tristeza que siempre me había acompañado allí.
 Observar al frente de repente me transportó sin quererlo a una época negra, a una manzana podrida llena de gusanos donde una flor hace 6 años intentaba florecer y se tenía que conformar con lanzar una reprimida sonrisa falsa a aquellos con los que por aquel entonces pisaba aquel lugar.
Tensión, oscuridad, miedo, llantos silenciosos.

-¿Que te pasa?
-No, nada.
Poco después sonreíste.
Una sonrisa, una simple sonrisa puede tornar unos malos recuerdos en un momento feliz.
Gracias por iluminar un lugar oscuro.

Esta semana me comeré varias manzanas:
Una por la intensa luz de la princesa capaz de eliminar momentos sombríos, otra por el lobo por llenarse de optimismo donde no podía apenas ni sonreir, otra  por los años que llevaba ese lugar a oscuras y otra por pasar una página más de un negro diario.

1 comentario:

  1. Una de las mejores cosas que tiene el amor es que es capaz de reemplazar recuerdos sombríos por preciosos campos verdes y floridos con el más mínimo gesto. Un abrazo, un beso, una sonrisa, una mirada...tienen mucho más poder del que puedas llegar a imaginar.
    Sin embargo no es la primera vez que digo que no debes dar las gracias por que alguien te ame.
    Te acompañaré a comer esas manzanas.

    ResponderEliminar