martes, 5 de julio de 2011

5 de julio

Aquella tarde el lobo y la princesa se volvieron a ver, pero ambos sabían que esta vez había algo especial en su encuentro.
El lobo estaba mas dispuesto que nunca a lanzarse a morder a la princesa y que su bocado les uniera.
Pasaron la tarde riendo, jugando con las hojas, disfrutando el uno del otro, hasta que, sin saber como, el lobo estaba encima de la princesa sobre aquel precioso prado, junto a aquella fuente intermitente y haciendo que su respiración rozara el cuello de la princesa erizando cada centímetro de su piel. Poco a poco su respiración comenzó a recorrer su esbelto cuello, hasta que dejó paso a sus labios y sus dientes.

Lentamente sus labios se posaron sobre ella y luego sus dientes se abrieron hasta que se hincaron en aquel delicioso cuello conviertiendolo en el más maravilloso manjar. Poco a poco, disfrutando del momento, dejando que sus mentes volaran por primera vez.
Ambos se miraron y  se fundieron en un cálido beso y entonces el lobo y la princesa comenzaron su historia.
Y comenzaron a flotar y a volar por el cielo.

Y desde entonces llevo el año más maravilloso de mi vida.
Porque eres lo más bonito que hay en ella.
Me encanta besarte y sentir que flotamos.
Que se detenga el tiempo cuando nos abrazamos.
Que nos sonriamos y que tu sonrisa me estremezca.
Que nos encerremos en nuestra burbuja y que no exista nada más.
Que ardas cuando mi cuerpo te roza.
Que ilumines cada una de mis mañanas y me hagas levantarme con una sonrisa.

Porque eres mi vida.
Porque eres mi mundo, un mundo precioso lleno de colores en el que me encanta vivir.
Porque te amo, te amo con locura y me encanta hacerlo.

Me encanta despertarme y sentir que me abrazas.
Me encanta rodearte con mis alas y que alcemos el vuelo cada mañana.
Porque eres mi sueño.

Y te quiero. Mucho.
Un año. El más precioso de toda mi vida.

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