sábado, 17 de septiembre de 2011

Futuro

Desde muy pequeño aquel muchacho había soñado con ser el mejor arqueólogo de su reino. A diferencia de otros niños que siempre soñaban con ser caza-recompensas, futbolistas o médicos, su sueño era el más real de todos.

Nunca había querido fama ni poder, sólo enseñar a las futuras generaciones a través de lo que descubriera para que conocieran mejor este mundo y así fueran dueños de sus propios pensamientos. Sin embargo, poco a poco y por avatares del destino, su futuro comenzó a cambiar...
Sin saber cómo, se vio atrapado en unos estudios para ser economista, algo que, aunque no le desagradaba, desde luego no era lo que quería, en cuanto pudiera iba a luchar por sus verdaderos sueños aunque no supiera muy bien si le quedarían fuerzas para hacerlo.

Nunca había querido un futuro muy complicado, ni ser rico ni famoso. Sólo quería tener una casa propia donde poder formar su vida, un trabajo que le gustase y le permitiera vivir, unos hijos que le adoraran y respetaran y una mujer que le diera un apasionado beso todos los días cuando llegara a casa, le animara y apoyara cuando estuviera triste, y le quisiera con locura.
Vivir y ser feliz con los pequeños momentos que la vida le pueda brindar y sentir el amor incondicional de quien le rodee.

Porque cada persona forma su  futuro intentando cumplir sus sueños.

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