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Hoy no tengo ganas de escribir. Realmente es uno de esos días en los que no tengo ganas de nada.

En los que me siento como una mierda. En los que me doy cuenta que todo es un asco.
Que soy un simple juego para muchas personas, que nadie me tiene en consideración y que si desapareciera no vería a casi nadie llorar.
En los que me esfuerzo en dar lo mejor a los demás y que solo consigo puro desprecio. Desprecio por todo aquello que hago o digo como si fuera una mosca a la que apartar de un manotazo.

Hoy es un día de lineas de delirios quizás por no querer enfrentarme a la realidad. Por no querer darme cuenta que quizás debiera enfrentarme a una realidad bastante pésima, en la que cada vez tengo  menos momentos de felicidad. Por no querer darme cuenta de que lo que estoy haciendo no me servirá de nada y que me vuelvo a encontrar desganado y desmotivado.

Sólo con ganas de dormir y escuchar música hasta que me exploten los oídos...