Hoy he visto a una chica en el metro leyendo un tomo de Death Note y me ha trasportado al pasado, hace exactamente un año.
Hacía un sol espléndido durante el amanecer y me desperezaba mientras sonaba el despertador. La llamada del gato me hizo levantarme para darla de comer y también a mis tripas que ya reclamaban alimento. Me senté frente a la tele mientras mojaba una galleta y mi mente comenzaba a funcionar mientras veía los resultados de los partidos de Champions.
Vi la hora, la misma de siempre, iba bien de tiempo.
Finalmente, salí de casa, me puse el mp3 y comencé a andar deprisa ya que como siempre al final me había retrasado un poco. Al final llegué a tiempo a la estación.
Allí ví a alguien conocido, está con su novio. Mejor no ir. No es de mi agrado estar ahí ahora.
Me voy al final del anden enfrascado en mis pensamientos, ha sido el mejor fin de semana desde que empezó el año pero no entiendo bien porque no te puedo ver hasta la semana que viene, ¿acaso no vas a tener ni una hora a la semana para dedicarme? ¿Ni siquiera en fin de semana? Si vivimos a 30 min... Da igual, esperaré. No sera mucho tiempo.
Intento apartar esos pensamientos mientras me acomodo en un asiento y comienzo la lectura del tomo de Tsubasa por el que me quedé. Sus imágenes y diálogos comienzan a formar una emocionante y entretenida historia en mi mente mientras echo a volar entre sus páginas y me identifico con aquel muchacho que tantas emociones e inspiraciones me ha dado desde los 10 años.
Suena mi parada, como siempre en lo más interesante.
Desconecto mi mp3 y salgo. Periódicos, buen ambiente y buenos compañeros que ya me hacen reír desde primera hora.
Clase, una invitación a la cafetería, conversación sobre el japan, mus y a casa.
Internet y tu presencia que...cada día se vuelve más falsa y egoísta.
¿Acaso hice bien el finde? ¿No debería haber esperado? Lo deseaba tanto....
Por suerte Oliver y Shaoran me amenizan la tarde.
Es una pena que sean ellos los que me tengan que alegrar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario