Hoy quería escribir sobre algo alegre pero no he podido...
Una extraña sensación se agolpa en mi interior desde hace un rato.
Una sensación que nació el miércoles pasado y no deja de crecer y crecer, la misma que el 6 de marzo del año pasado y que se hizo realidad el día 12. ¿Acaso vuelve a ser el principio del fin?
No, no creo que esta vez sea así. Entonces...¿Qué es?
¿Paranoias? ¿la cercanía del día 3? ¿La vuelta a la rutina? ¿Estrés?
Otra vez esa extraña presencia que amenaza con destruirlo todo.
Tristeza. Nerviosismo. Cercanía de exámenes. Estrés. Dolor. Miedo.
Miedo, llevo toda la semana viendo fantasmas donde dices que no los hay.
Parece que ya no me quieres de la misma manera. Quizás es así como deba ir: por rachas. No lo sé.
Solo sé que necesito que me digas lo que sientes de verdad, que te mueras por verme, busques mis labios y me vuelvas a amar.
Necesito que te vuelvas a interesar por mí.
Necesito tardes de conversaciones alegres,sinceridad, amor y cariño.
Porque no quiero la luz de tu mirada se apague.
Tengo más presente algunas cosas de las que no quiero acordarme, porque se acercan fechas escabrosas. Dos de marzo para mí. Tres. Doce, qué mas da, no es agradable saber que se cumplen años de momentos desagradables.
ResponderEliminarEl problema es que cuando recuerdo principios, recuerdo fines, y el fin es algo que no quiero contigo. Quizá intente protegerme de algo que no tiene remedio. Porque como dije en noviembre, he subido demasiado alto como para bajar sin hacerme daño.
Intento acordarme más de ese primer contacto nuestro, esa cena con todos, esa noche que no quise soltarte y no comprendí porqué.
Intento pensar en el presente, intento vivirlo, pero el fantasma que me dice que se apagará me acecha y entonces tiendo a cerrar el muro de nuevo... dejándote inconscientemente fuera.
Quizá sean paranoias, quizá no. No se, pero quiero quererte, quererte mucho, y sé que esto va por temporadas.