jueves, 5 de mayo de 2011

5 de mayo

Hoy hace un año nos sentamos en la cafetería y nos pusimos a hablar de el examen de didáctica que nos esperaba en menos de 24 horas.
Hacía calor, mucho y cada día estábamos más cerca el uno del otro. Cosa que aunque me gustaba a la vez me daba miedo. No podía detener lo que sentía por ti, aunque debía intentarlo, debía callar a esa voz que cada vez me decía más y más fuerte que fuera hacia ti. Pero no, no era el momento aún. Sin embargo, te empeñabas en ponérmelo difícil.
Poco a poco los sentimientos afloraban y crecían más en mi interior. Tu olor era distinto, agradable, atrayente y para colmo estabas curando la herida de un corazón que no paraba de sangrar.
Tenía que ir hacia ti si...pero no.

Hoy un año después, recuerdo todos y cada uno de esos momentos del mes de mayo, el mes de las flores, el mes en el que una dulce rosa se estaba convirtiendo en la flor que me gustaría cuidar, dar calor y mimar. Hacerla crecer hasta alcanzar el cielo y llegar más alto de lo que no ha llegado ninguna flor nunca.
Y aún sigo queriendo hacer todo eso.
Porque los lobos saben cuidar bien la naturaleza.

Hoy 10 meses después quiero que ame agarres de la mano y me ames con locura, me mires con cariño y ternura y te mueras por besar mis labios. Me busques y nos abracemos con uno de esos abrazos que hacen olvidarlo todo.
Quiero despertarme y verte a mi lado, dormir plácidamente mientras mi cuerpo te abraza y pasarlo bien.

Subir a la montaña y aullar a los 4 vientos que eres mi princesa y que te quiero. Mucho. No sabes cuanto.

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